Críticas
0,5
Pésima
Big Fat Liar (Gordo mentiroso)

Una comedia con poca gracia

por Rodolfo Sánchez

Tras una larga carrera como director de series televisivas, Shawn Levy realizó en 2002 su primer largometraje, 'Gordo mentiroso'. Éxito de taquilla en Estados Unidos, esta comedia protagonizada por el también debutante Franki Muniz (futuro Cody Banks), Paul Giamatti y Amanda Bynes, parece sacada de la década de los ochenta tanto por su estética como por su historia. Aunque este aspecto algo desfasado y trasnochado sea posiblemente más bien involuntario, parece responder, curiosamente, al trabajo visual de Levy, más bien algo cutre. La película apenas divierte y, menos aún, hace gracia en su sucesión de chistes fáciles y lugares comunes.

La premisa era tan buena como otra cualquiera, pero el trabajo del material por parte de Levy (en cuanto a la puesta en escena) y un guion plano y plagado de tonterías, ocasiona que no importe en absoluto aquello que se está viendo. Recuerda, como decíamos, a ciertas películas de los ochenta que, aunque envejecidas hoy en día, tenían al menos gracia y el don de divertir. Por suerte para él, Levy ha ido mejorando con el paso de los años. Quizá, 'Gordo mentiroso' era un simple producto para adolescentes y para conseguir taquilla. Dos objetivos alcanzados con creces pero que no son suficiente para dar validez a una película sin gracia alguna.

A favor: Giamatti, a poco que hace, sobresale.

En contra: Muniz y el guion.