Críticas
1,5
Mala
Ayer, hoy y por siempre

Dos en la carretera

por Xavi Sánchez Pons

Vehículo para el lucimiento de su protagonista, la cargante Bette Midler, Ayer, hoy y por siempre fue en su momento un intento de la actriz y cantante por recuperar prestigio en el cine. No es casualidad que eligiera como director (Midler es la productora del filme) a Mark Rydell, director de La Rosa, título con el que la rubia intérprete saltó a la fama en 1979.

Este ambicioso proyecto, que recorre la historia americana desde la segunda guerra mundial hasta finales de los ochenta a través de una pareja de cantantes y cómicos interpretados por James Caan y Bette Midler, pretende ser un homenaje a una profesión hoy casi olvidada, la del entertainer, y aunque algo de eso hay en el filme, no lo consigue. La trama se pierde en todo tipo de excesos dramáticos, a ratos casi lacrimógenos, unos excesos que se acaban imponiendo a su tono nostálgico. El trabajo de Mark Rydell, cineasta recordado por títulos como En el estanque dorado, es el de un artesano, estructurando la historia en un largo flashback, sin estilo y sin sorpresas.

A favor: George Segal, secundario robaplanos

En contra: la caracterización de ancianos de Bette Midler y James Caan