Una comedia de aliento clásico
por Rodolfo SánchezIvan Reitman, uno de los nombres claves de la comedia norteamericana de los ochenta, fue perdiendo fuelle a partir de los noventa aunque en determinados momentos todavía mostraba cierta capacidad para moverse con soltura dentro del género.
Dave, presidente por un día, de 1993, posiblemente sea una de sus mejores aportaciones de la década pero antes que por su labor como director por contar con un guion que bien resuelto y sólido que juega al límite de muchos tópicos pero sabe solventarlos con cierto ingenio gracias, además, a un buen elenco actoral que se ajusta a lo que se espera de cada uno de los actores. Pero lo más llamativo de Dave, presidente por un día reside en su apuesta por un concepto visual muy clásico que emula las viajes comedias de Hollywood y no tengo el cine de los ochenta de Reitman, lo cual, teniendo en cuenta su cierta –aunque sin demasiado alcance- carga política, hace recordar a un determinado cine cómica durante los treinta y los cuarenta, aunque sea de manera más bien tangencial.
A favor: Los actores y el guion.
En contra: Que acaba pesando mucho su aspecto comercial, lo cual impide a que vaya a más.