Pilar López de Ayala sufre con Aranda
por Diana AlbizuEn los albores del siglo XXI, Vicente Aranda decidió dar un giro a su filmografía hacia el cine de ambientación de época, encadenando así una serie de melodramas históricos en cadena ('Juana la Loca', 'Carmen', 'Tirante el Blanco') de los que éste primer eslabón terminó siendo el más digno. Si esto es así, se debe a la fuerza y entrega de Pilar López de Ayala en su interpretación de Juana I de Castilla. Mucho más que a la dirección de Aranda, que ya empezaba a entrar en barrena y a alejarse de sus mejores tiempos, pero manteniendo una invulnerable atracción por los elementos eróticos de cualquier historia o figura. Si a esa sobreexposición bastante rancia de los aspectos cárnicos le añadimos errores colosales de casting como el Felipe el Hermoso del italiano Daniele Liotti o una insólita apariencia cartónpiedresca pese al rodaje en exteriores y enclaves históricos reales, sólo podemos recomendar acercarse mejor a otra narración de la misma historia: 'Locura de amor' (1948), de Juan de Orduña, que, al menos, se mantiene más convincente en su planteamiento. Pero no tiene a Pilar López de Ayala.
A favor: La actuación furiosa de Pilar López de Ayala.
En contra: La puesta en escena está realizada con piloto automático.