Críticas
3,0
Entretenida
El precio de la ambición

La otra cara de Mary Poppins

por Nestor Hidalgo

Cuando uno ve el nombre de Renny Harlin en los créditos de una película, sabe que alguna clase de espectáculo inesperado va a desfilar ante sus ojos. En 'El precio de la ambición' el cineasta finlandés juega el papel de productor en una película dirigida por Martha Coolidge ('Escuela de genios') basada en un libro de Calder Willingham (autor de 'El graduado'). Al principio del imprevisible argumento conocemos a Rose, una joven de 19 años sin futuro en los años 30 que entra a trabajar como niñera en la casa de los Hillyer.

El hijo mayor será el narrador de la historia, recordando cómo a sus 13 años sintió un gran ardor pasional hacia Rose (algo que queda muy bien retratado). El problema era que el resto de los hombres que al rodeaban también lo sentían, incluido el padre de la familia Robert Duvall. Sin embargo, el tono del relato, lejos de decantarse por el drama intempestuoso o la comedia picantona, aúna ambos registros en un cóctel desequilibrado del que es muy difícil llegar a identificar un sabor. Lo cual juega a favor de la película, claro que se enfrenta de cara a tabúes complicados y nunca pierde firmeza en la mirada.

A favor: Los riesgos que toma la película dentro de su aspecto académico.

En contra: Que Laura Dern no consiguiera el Oscar al que estuvo nominada (claro, que competía contra Jodie Foster).