Críticas
2,0
Pasable
De repente, un extraño

Ay, cómo está el alquiler

por Eulàlia Iglesias

El cine de terror hogareño tiene una larga tradición que hunde sus raíces en el subgénero gótico, donde las residencias devienen agentes activos a la hora de generar miedo. En los noventa apareció una nueva variante donde la casa funciona como escenario casi único pero no como elemento terrorífico. En una época donde el boom económico había generado una nueva ola de propietarios orgullosos, el terror provenía de fuera, de unos quiméricos inquilinos que ponían en peligro la estabilidad de los nuevos ricos como orgullosos poseedores de un edificio.

'De repente, un extraño' fue uno de los títulos fundacionales de esta corriente del cine de los noventa, entre el thriller y el terror, donde una pareja o familia debe enfrentarse a una amenaza exterior que pone en peligro su hogar. La paranoia norteamericana de toda la vida localizada de forma individual y convirtiendo a los jóvenes profesionales adinerados en sus nuevas víctimas. Y quizá no todo el mundo está por conectar con los problemas de unos yuppies...

A favor: las localizaciones en San Francisco.

En contra: a día de hoy, parece una retorcida justificación del mobbing inmobiliario.