Críticas
3,0
Entretenida
Prométeme

El tebeo más acelerado de Kusturica

por Nestor Hidalgo

Una vez que ya ganó dos Palmas de Oro en el Festival de Cannes, Emir Kusturica se ha dedicado a hacer con su cine lo que le ha dado la gana. Y eso pasa por potenciar al máximo todos los rasgos extravagantes y de aceleración cómica ya presentes en algunas capas de 'Underground' (1995) y películas anteriores, pero cuya desbordante eclosión se produjo en 'Gato negro, gato blanco' (1998). 'Prométeme' es su trabajo más parecido a aquel; incluso más manierista, acelerado y exagerado.

La cómica y desenfrenada narración de cómo el joven Tsane viaje del campo, donde vive con su abuelo, a la ciudad para vender una vaca, comprar un icono religioso y encontrar una esposa está arropada por una agobiante cantidad de situaciones forzadas, personajes secundarios extravagantes y el omnipresente acompañamiento musical de Stribor Kusturica (tan abrumadora es su presencia, que en muchas ocasiones los personajes actúan mientras mueven rítimicamente el cuerpo como bailoteando). La acción atropellada, el humor estúpido y la afición hacia los artilugios mecánicos imposibles acercan 'Prométeme' al cine de Jean-Pierre Jeunet y Javier Fesser ('El milagro de P. Tinto', pero también la adaptación de 'Mortadelo y Filemón', pues muchos personajes no desentonarían en un tebeo de Ibáñez), pero con el distintivo sello musical y retórico de Kusturica. Como ocurre con todos los festivales de excesos, es fácil atragantarse y habrían sido de agradecer dosis menos cuantiosas, pero aun así es irrenunciable el sabor hilarante de algunas escenas.

A favor: La secuencia del karaoke con 'The Winner Takes It All'.

En contra: Más de dos horas de Kusturica desatado puede resultar tan cargante como tener una orquesta balcánica atrapada en el tímpano.