La saga Mcfly comienza
por Israel ParedesRobert Zemeckis y Bob Gale, con ayuda de Steven Spielberg como productor, adaptaron el mito de la máquina del tiempo a su época (los años ochenta) y le dieron la forma de un coche DeLorean para hacer que el joven Marty McFly (Michael J. Fox), gracias al invento de Doc (Christopher Lloyd), viaje al pasado, en concreto a la década de 1950 cuando sus padres se conocieron, hecho que está a apunto de estropear, lo cual conllevaría, evidentemente, que él no nacería.
El resultado es 'Regreso al futuro', una película ya casi mítica que hizo época. Y aunque es posible que dicha mitología pueda enturbiar el acercamiento a la misma, lo cierto es que como cine destinado a adolescentes, y comparado con lo que ulteriormente se ha ido realizando en la misma línea, 'Regreso al futuro' queda como un inteligente entretenimiento, divertida y más o menos bien construida en su guion y en su realización que ha dejado frases ya más que conocidas e imágenes personales. La recreación de los cincuenta a través de la imaginería popular antes que, intuimos, real, otorga a 'Regreso al futuro' un toque tan kitsch como posmoderno: la construcción de la época como si fuera un anuncio de Coca-Cola para, a partir de ahí, trazar una mirada sobre la familia americana no solo de los cincuenta. Pero esto tan solo es lo que subyace bajo una historia que busca, ante todo, llegar a cualquier tipo de espectador para su entretenimiento.
A favor: La agilidad de la narración y que su falta de pretensión al final actúan a favor de ella. También la irreal construcción de una época.
En contra: Que ciertos elementos de la película tan solo se soportan con una determinada edad.