La hermana pobre de 'The Fast and the Furious'
por Diana AlbizuTeniendo en cuenta que existe un gran espectro de público totalmente contrario (y con razón) a la propuesta de películas como las que integran la saga 'The Fast and the Furious' —que pueden no ser más descerebradas que muchos 'blockbusters' rutinarios, pero sí lo parecen—, es lógico pensar que ya si tuvieran que enfrentarse al residuo oportunista de aquellas, como 'Torque', el colapso de su sensibilidad sería absoluto. No hay nada en la película dirigida por Joseph Kahn y producida por Neal H. Moritz (casualmente, también el hombre detrás de los 'Fast & Furious') que no funcione como sucedáneo de las aventuras motorizadas de Vin Diesel y compañía. Todo es igual, sólo que con motos en vez de coches, y en barato. Barato y perezoso hasta para construir una trama decente, en la que la inclusión del tráfico de drogas y la banda de malos obligatoria no aporta ninguna consistencia a las aburridas escenas de transición (hace no tanto tiempo se utilizaban para hacer desarrollo de personajes, esa quimera) que separan una insulsa carrera de especialistas de otra, todas ellas bien picaditas por el montaje.
A favor: Tanto macarrismo de postal tiene algo de gracia paródica.
En contra: La propuesta sólo es disfrutable dentro de unas coordenadas estético-culturales muy concretas.