El tío Buck
por Bibi RamosPese a que aquellos que la viéramos de niños quizás la recordemos con cariño, además de estar tras las cámaras el emblemático y querido John Hugues, hay que reconocer que Solos con nuestro tío no es de las obras más memorables y redondas de su trayectoria. Expuesto el planteamiento, la película cae enseguida en una sucesión de repeticiones que tratan de explotar al máximo la vis cómica del actor John Candy y la torpeza de su personaje, el tío Buck (una especie de Homer Simpson), un soltero irresponsable y fiestero al que le toca quedarse con sus tres sobrinos durante una emergencia familiar que los padres han de atender.
El guión de John Hugues sí que posee muy buenos momentos puntuales, sobre todo en la parte inicial de la cinta, como aquel donde el personaje de Macaulay Culkin somete a su tío a un ávido interrogatorio, pero no contiene suficiente materia en el desarrollo como para mantener su ritmo narrativo y nuestro interés.
A favor: Algunas secuencias puntuales, sobre todo entre Candy y Culkin.
En contra: Que el par de ideas de partida se agoten y enseguida se vuelva redundante y algo sentimentaloide.