Los emperadores de China
por Miguel BlancoTras quince años luchando contra el Estado y defendiendo las pequeñas historias que escapaban del discurso oficial chino, el director Zhang Yimou cambió radicalmente de registro con 'Hero'. Porque en esta lujosa película, mezcla de wuxia (cine de aventuras y espadas chino) y melodrama palaciego, es una gran producción con claros objetivos comerciales. Sin embargo, Yimou renuncia a los tópicos del wuxia y convierte las coreografías en un impresionante baile de formas y colores, un ejercicio abstracto muy lejos de la primacía de la acción de las películas clásicas de artes marciales, o del romanticismo algo vacuo de 'Tigre y Dragón'.
Asimismo, es una película sobre la naturaleza del poder y sus consecuencias para el gobernante. La ambigüedad que muestra Yimou se puede entender como una defensa del régimen comunista chino y a la vez un ataque, puesto que plantea complejas elecciones entre el ejercicio de la justicia y el beneficio de la mayoría. Y todo ello en una magnífica estructura que sigue el ejemplo de 'Rashomon' de Kurosawa, construyendo la historia del film a base de diferentes relatos del mismo acontecimiento que se contradicen entre sí.
Yimou salió airoso de su primer contacto con las grandes producciones que China empezó a promover a finales de los 90. Sin embargo, el director entró en una dinámica comercial que hizo que sus filmes empezaran a ser cada vez más acartonados, perdiendo aquella frescura y libertad original. Aún así, 'Hero' resplandece como uno de los mejores wuxia que se han hecho en la China continental.
A favor: Coreografías de gran belleza dentro de un guión didáctico sobre el poder.
En contra: Nos privó del Zhang Yimou de antaño.