La mala educación
por Rodolfo SánchezEl actor Peter Mullan debutó en la dirección con Las hermanas de la Magdalena, película con la que se adentraba en los conventos de la Magdalena que, en Irlanda, se ocupaban de acoger a jóvenes mujeres que había cometido alguna falta –siempre desde la perspectiva de la moral católica- y las sometían, en teoría a trabajo para expiar la culpa; el problema realmente residía en que las jóvenes recibían todo tipo de malos tratos y vejaciones. Mullan sitúa la acción durante la década de los sesenta, época de liberación para muchas mujeres, contextualización que le sirve para crear contraste entre lo que sucede de puertas adentro del convento y fuera del mismo. Así, Las hermanas de la Magdalena se alza como la narración de tres de esas jóvenes a la par que una película de denuncia ante tales sucesos que, además, tenían el amparo de la propia Iglesia Católica.
Mullan se presenta como un debutante en la dirección, aunque muy por encima de más de un director consagrado a la hora de tratar un tema tan peliagudo. Podría decirse que se trata de una película demasiado fría y distante, más interesada en el objeto de la denuncia que en retratar a los tres personajes principales, como si a Mullan le diera miedo el caer en el exceso sentimental y emocional. No llegar a equilibrar todos los elementos, pero preferimos su mirada distanciada a que hubiera caído en el sentimentalismo más fácil. Bien escrita y dirigida, magníficamente interpretada, Las hermanas de la Magdalena sirve para cuestionar ciertos elementos de la Iglesia y cómo, en algunos casos, en vez de ayudar a los más débiles ha ocasionado más dolor. Una notable película.
A favor: La dirección de Mullan, directa y sin ornamentos.
En contra: Que la frialdad de la propuesta puede ocasionar que muchos espectadores no entren dentro de la película.