Críticas
4,5
Imprescindible
Reencarnación

Hasta que la reencarnación os reúna

por Nestor Hidalgo

El segundo largometraje del británico Jonathan Glazer (reconocido autor de videoclips musicales de gran repercusión e inventiva que debutó en el cine con 'Sexy Beast' en 2000) supone el encuentro en una cumbre de creatividad de varios talentos aparte de los de su director y guionista: Nicole Kidman realiza una de sus interpretaciones más sutiles y emotivas, de esas que en contadas ocasiones la validan como actriz, mientras que Alexandre Desplat a la música y Harris Savides a la fotografía (mientras filmaba la "trliogía de la muerte" de Gus Van Sant) están inmensos. La arriesgada propuesta de Glazer, arropado al guión por Jean-Claude Carrière y Milo Addica, consiste en abordar una historia de amor intergeneracional basada en la premisa de un niño de 10 años que afirma ser la reencarnación del marido muerto de una viuda.

Si bien el punto de partida argumental podría haber propiciado variaciones más o menos estilosas de romances sobrenaturales más allá de la muerte como los presentados en 'Starman' o 'Ghost', la delicadeza de Glazer y sus filigranas narrativas con la cámara (atención a los planos de seguimiento de apertura o al portentoso travelling de acercamiento al rostro compugnido de Kidman mientras intenta contener el llanto en determinado momento de la película) llevan 'Reencarnación' por la senda del mejor cine realizado en la primera década del siglo XXI mientras le confieren un aura de atemporalidad preciso y elegante.

A favor: Su ambigüedad y cómo la kubrickiana frialdad formal no le resta emoción.

En contra: La mala acogida crítica que tuvo en el Festival de Venecia ha alejado a Glazer durante muchos años de las cámaras.