Fantástica comedia coral pre-nupcial
por Diana AlbizuLa única película hasta la fecha de Matthew Cole Weiss es uno de esos extraños entes capaces de renovar la fe de cualquier espectador en las producciones de clase media de Hollywood. Sin enmarcarse dentro del espectro indie ni tampoco enarbolando grandes aspiraciones comerciales, 'Boda a la vista' es una magnífica comedia que además logra destacar en los dos subgéneros que unifica: las reuniones festivas de antiguos amigos de juventud y las despedidas de soltería que se salen de madre.
Antes de que 'Resacón en Las Vegas' y 'La boda de mi mejor amiga' establecieran estándares de desfase cuanto más burro mejor, la cinta coral que nos ocupa prefiere mantenerse en un plano más cercano a la realidad sin renunciar a la apuesta por el gag soez y directo destilado de forma natural desde una mirada costumbrista. Como la vida misma. Amy Adams, Jon Abrahams, Mena Suvari, James Van Der Beek, Lauren German... todos los intérpretes están magníficos asumiendo el tempo y especifidades de sus personajes, sin hacerse sombra ni cayendo en la explotación de excentricidades. En definitiva, todo está tan bien engarzado, incluidos los pequeños momentos de concesión emotiva, e incluso se detecta cierto arrojo formal en largas tomas continuas con travelling, que 'Boda a la vista' consigue entrar en ese peculiar grupo de películas a las que da gusto volver una y otra vez.
A favor: La sencillez con la que está definido cada personaje, sin estridencias pero con un poder de empatía absoluto, perfectamente amoldado a cada intérprete.
En contra: Pasó tan desapercibida, que nunca llegará a ningún canon/antología de comedia. Y es una pena.