Críticas
0,5
Pésima
Espías super secretos

Otro cine francés

por Rodolfo Sánchez

El cine francés suele verse desde una perspectiva que, a veces, olvida u obvia convenientemente, que se trata de una industria cinematográfica en la que todo tipo de productos fílmicos conviven a lo largo del año, en la mayoría de los casos para consumo propio. No todo es cine de autor y sofisticación, y junto a los grandes nombres, también se encuentran películas de género o bien propuestas como Espías super secretos, es decir, comedias de consumo rápido y comercial sin ningún tipo de miramiento artístico y tan solo crematístico que, a buen seguro, sirven para sustentar otro tipo de producción.

Espías super secretos, dirigida por Gérard Pires, no supone absolutamente nada más que una orquestación de espectáculo pirotécnico que podría haberse realizado en Estados Unidos sin problema. Esto demuestra que ciertos modelos cinematográficos no conocen las fronteras y son extrapolables, adaptando sus argumentos, eso sí, a la nacionalidad del producto y poco más. El problema es que Espías super secretos no es nada más que una película pequeña y francamente aburrida tanto en su narración como en su planteamiento visual, lo cual resulta, a la larga, una propuesta totalmente insignificante.

A favor: Que puede verse con el cerebro apagado.

En contra: Que si para verse se debe apagar el cerebro, mal asunto