Críticas
2,0
Pasable
Besos de vampiro

La paranoia vampírica

por Covadonga G. Lahera

Parodia del subgénero de terror vampírico aunque realmente puede leerse también como la crónica del proceso de degeneración psiquiátrico del protagonista. El realizador Robert Bierman dirigió este híbrido entre comedia y horror con un resultado bastante irregular. El mismo Nicholas Cage, protagonista de Besos de vampiro, efectúa una caracterización que va fluctuando extrañamente entre momentos de una intensa verosimilitud y otros de una delirante sobreactuación. Curiosamente obtuvo un premio a la mejor interpretación en el Festival de Sitges, ex aequo con Michael Gambon.

Cage se mete en la piel de Peter Loew, un agente editorial de Nueva York a quien, además de trabajar, le gusta vivir la noche y conocer a mujeres, dándole el correspondiente parte sobre su vida a su psiquiatra, sesiones que van insertándose a medida que avanza la trama. Un día Loew será mordido por una vampiresa (Jennifer Beals), o eso creerá él, y su paranoia (?) desde entonces no hará más que crecer. Pese al histrionismo interpretativo y la arbitrariedad narrativa, Besos de vampiro contiene un extraño y oscuro gancho que uno sigue hasta el final.

A favor: Su histrionismo puede exacerbar en varias ocasiones y, sin embargo, es simultáneamente su más distintiva cualidad. Nicholas Cage, para bien y para mal.

En contra: Algunos efectos sonoros anticipadores extremadamente exagerados.