La heroína británica vuelve para nada
por Rodolfo SánchezEs demasiado evidente que esta segunda entrega alrededor del personaje creado por Helen Fielding respondía (como es norma más o menos extendida entre muchas segundas partes) al deseo de sacarle más partido en taquilla al personaje interpretado por Renée Zellweger. Y, la forma de hacerlo, también es evidente: hiperbolizar lo planteado en la primera entrega y extender las situaciones, en muchos sentidos, hacia el absurdo y lo imposible. La gracia de la primera entrega se pierde casi por completo en 'Bridget Jones: Sobreviviré'.
Ya no transmite el sentido de frescura de su predecesora, sino todo lo contrario, se impone un aire rutinario que apenas Zellweger es capaz de salvar: lo que en la primera película era una interpretación graciosa e inventiva deviene en un sinfín de mohínes y de gestos que acaban hartando. En realidad, parece más una caricatura del personaje (y de muchas formas femeninas) que la construcción de un papel. Lo peor es que casi logra que uno se acuerde de la primera entrega y llegue a pensar que quizá fuese igual de tonta que la segunda. No es verdad, pero puede llegar a suceder.
A favor: A pesar de todo, Zellweger.
En contra: Que todo está realizado en piloto automático.