Críticas
2,0
Pasable
The Libertine

Placer no culpable

por Eulàlia Iglesias

El libertino del título se inspira en un personaje real, John Wilmot, un poeta y hedonista inglés que vivió en el siglo XVII durante el reinado de Carlos II. A partir de la obra de teatro homónima de Stephen Jeffrey, Laurence Dunmore retrata a un personaje con el talento literario y la amoralidad de un Marqués de Sade y las dotes de seducción y la capacidad última de enamorarse de un vizconde de Valmont, al que presta su rostro un excesivamente amanerado Johnny Depp.

El realizador evita caer en el drama de época demasiado pulido. El siglo XVII recreado en 'El libertino' resulta tan sórdido y tenebroso como uno se lo imagina. Los personajes, por su parte, intentan estar a la altura de tal embrutecimiento. Pero Dunmore no consigue hacer funcionar los atractivos del protagonista que da nombre a la película: no convence su defensa del libertinaje, no profundiza en el uso del sexo como arma de subversión contra el poder, ni tan siquiera seduce con esa pasión por una actriz a la que convierte en una estrella de su época.

A favor: La fuerza literaria de algunos diálogos.

En contra: El personaje de Samantha Morton no tiene química con el de Depp ni está suficientemente bien explicado.