Críticas
2,0
Pasable
Las muñecas rusas

Elogio del Eurostar

por Eulàlia Iglesias

Cinco años después Cédric Klapish recupera a los protagonistas de 'Una casa de locos', esa película que inauguró la invasión de estudiantes Erasmus en Barcelona, para trazar un fresco generacional sobre los jóvenes treintañeros de principios del siglo XXI. Los mismos personajes que disfrutaban de su etapa universitaria en Barcelona se enfrentan, de vuelta a casa, a la madurez y se dan cuenta de que la vida no resulta tan fácil como se esperaban. Xavier ha conseguido ser escritor pero en lugar de novelas de prestigio firma guiones para la televisión. Su vida romántica resulta más agitada que plena. En este escenario de insatisfacción, el grupo decide reunirse en San Petersburgo, para asistir a la boda de William con una bailarina rusa, la única historia de amor real que parece vivir alguno.

Si 'Una casa de locos' esbozaba un modelo de comedia a la europea reuniendo a una serie de universitarios de toda Europa en Barcelona, 'Las muñecas rusas' se mantiene en el empeño variando las localizaciones. Aquí los protagonistas se mueven entre París, Londres (buena parte del film pasa dentro de un Eurostar) y San Petersburgo para volver a demostrar que los ciudadanos europeos tienen unas mismas inquietudes, problemas y atracciones a pesar de pertenecer a diferentes culturas. El esfuerzo europeíasta no compensa que la película resulte poco convincente como comedia (romántica) generacional al resultar tan confusa, superficial y arquetípica como su protagonista. 'Las muñecas rusas' no tiene más sentido que seguir aprovechando el rédito de 'Una casa de locos'.

A favor: El europeísmo no resulta forzado.

En contra: El resto de la película, sí.