Génesis del musical 'hipster'
por Diana AlbizuJonathan Larson podría haber tenido una de las carreras como escritor de musicales más refulgentes del cambio de milenio, si no hubiera sido porque murió a los 35 años víctima de una disección aórtica provocada por el síndrome de Marfan, una extraña y mortal enfermedad del tejido conectivo que padecía. Muerte trágica que precedió al estreno de 'Rent' en el circuito off-Broadway en 1996 y su posterior éxito espectacular, que trascendió y llevó a todo tipo de público su revisión de 'La bohème' protagonizada por jóvenes neoyorquinos liberales, sin trabajo, artistas, bohemios, seropositivos, homosexuales, transexuales e interraciales. En definitiva, adquiriendo tanta fama y relevancia cultural como para que Hollywood encargara esta adaptación cinematográfica.
Chris Colombus venía de filmar las dos primeras entregas de la saga 'Harry Potter' cuando abordó el proyecto, que básicamente traslada a la pantalla la obra teatral, compuesta en un 95% por partes cantadas y bailadas. Incluso utilizó a su reparto original, salvo en el caso de los papeles de Rosario Dawson y Tracie Thorms (una diferencia de bagajes que, en efecto, se nota). El filme sirve como actualización de la obra original, pero hay algo perverso en su recreación 15 años después del estilizado recuerdo de la época en la que el umbral de los años 90 se sentía joven. Una incomodidad que hace sentir su canto por la tolerancia, la integración y la disparidad como una impostura observada tras los cristales de un zoo. ¿Tan inmediata resulta la obsolescencia de lo que en su día pretendió ser un retrato generacional, o es la mirada cinematográfica del gran espectáculo lo que la ha deformado?
A favor: La variedad musical y potencia de las canciones de Larson.
En contra: La personalidad de los personajes y su sobredosis de arrojo pueden hacerse muy insoportables.