Amistad, amor y otras cosas
por Carlos ReviriegoUn escritor desencantado (Adam Brody), abandonado por su novia (Elena Anaya), se traslada a un suburbio de Michigan para cuidar de su abuela enferma (Olympia Dukakis) y de su corazón roto. Allí traba amistad con una madre e hija (Meg Ryan y Kristen Stewart) que mantienen una relación bastante disfuncional, pero que están dispuestas a mostrarle el verdadero rostro del amor. O de algo que al menos se le parece. Bastan estas líneas como resumen de una película en la que apenas pasa nada, pero que quizá por eso mismo acaba siendo disfrutable, porque al menos sabe cómo rodear algunos clichés del género. Digamos que es una producción americana con alma europea. Allí donde el film podría haber buscado la manipulación emocional, como con el cáncer de pecho del personaje de Meg Ryan, logra mantenerse en un tono uniforme, sin forzar la lágrima. Habría merecido más la pena en todo caso visitar esta tierra de mujeres si su director debutante, hijo de Lawrence Kasdan, hubiera tenido el talento de un Olivier Assayas o una Mia Hansen-Love para insuflar vida a sus personajes y las relaciones entre ellos. Al final, no dejan de ser como peces sin salida en la burbuja aburguesada del cine indie.
A favor:Olyimpia Dukakis, hilarante.
En contra: Una escena final demasiado dulce.