La interpretación de una vida... (o no)
por Virginia MontesEl director francés Olivier Dahan, puso todo su empeño en llevar al cine la intensa vida de la mítica cantante francesa Edith Piaf. Para ello contó con la complicidad de una actriz que sabía que estaba interpretando el papel de su vida. Marion Cotillard se transfiguró por completo para meterse en la piel de Piaf, y podríamos decir que toda la película es ella. De hecho, consiguió el Oscar a la mejor actriz, todo un hito para el cine francés que legitimaba además su interpretación como buena. Quizás fuera la máscara de maquillaje, quizás la sobreactuación, pero lo cierto es que resulta complicado creerse a la actriz en el papel que tantas alegrías le proporcionó. Es por eso que, si uno piensa que Marion Cotillard en esta película resulta cargante, grandilocuente y pasada de rosca, es imposible que pueda aguantar nada de lo que ocurra en la pantalla, porque en realidad, toda la película es un auténtico festival montado para su total exhibición. Si por el contrario, puede llegar alguien a tragarse que la actriz realiza una buena actuación, seguramente, disfrutará del espectáculo. La vida en rosa puede ser, por esa razón, para unos una obra maestra, y para otros, como quien suscribe, una película profundamente irritante.
A favor: Marion Cotillard.
En contra: Marion Cotillard.