Críticas
1,5
Mala
Halcones de mar

Ídolos de agua salada

por Xavi Sánchez Pons

Menahem Golan siempre ha sido un tipo listo. Ya sea compartiendo esfuerzos con su primo Yoram Globus en la legendaria productora de serie B Cannon Films, o en solitario. Sus producciones de películas de acción con guiones risibles, escenas ultraviolentas y llenas de explosiones, le granjearon un estatus de culto que hoy en día sigue creciendo, además de unos notables éxitos de taquilla y unos rendimientos extraordinarios en el mercado del vídeo doméstico. Halcones de Mar seguía esas coordenadas, y era en gran medida un exploit de Top Gun (Ídolos del aire) de Tony Scott, que, además, se aprovechaba de la reciente Guerra del Golfo (la película se estrenó en 1992) para sacar partido y ambientar la historia en ese conflicto. De hecho en el poster promocional del filme se podía leer el siguiente tagline: “La primera película sobre la última guerra”.

Protagonizada por un Rob Lowe en horas bajas, poco se puede destacar de esta película bélica del montón más allá de su condición intrínseca de directo-to-video de usar y tirar.

A favor: la historia está tan desfasada que puede ser una fuente de diversión trash

En contra: no hay ningún actor que se crea su papel