Mamá, quiero ser patinadora artística
por Diana AlbizuEstigmatizada por su ridículo e inexplicable título español (en algún despacho se tomó la decisión de que 'Soñando, soñando... triunfé patinando' sería un título que ayudaría a vender mucho más fácilmente que una traducción literal de 'Ice Princess'), esta película protagonizada por Michelle Trachtenberg evidencia desde el primer momento su marcado origen como producción Disney teen de superación personal y persecución de los sueños personales. La protagonista Casey (Trachtenberg) es una chica a punto de graduarse del instituto que deberá elegir entre su pasión por el patinaje artístico sobre hielo o su habilidad para las fórmulas de física. Es decir, si su futuro se jugará en una pista de hielo o en la universidad de Harvard.
Pese a la blancura de la fórmula, el director Tim Fywell y los guionistas Meg Cabot y Hadley Davis se preocupan por dar tiempo a la relación que mantiene Casey con su madre (Joan Cusack) o por hacer que el resto de personajes adolescentes se escapen del estereotipo que al principio parecen representar (como ocurre con Hayden Panettiere). Pese a sus redundancias y nulas sorpresas, consigue ser una película familiar digna que se mantiene dentro de un universo de verosimilitud inesperado y no deja que su férrea moraleja moral la ahogue demasiado.
A favor: Kim Cattrall se lo pasa bien interpretando a una profesora de patinaje estricta y antipática.
En contra: Al previsible guión se le suma una realización que no puede ser más plana.