Una tontería y pico
por Rodolfo SánchezUn policía y pico, dirigida por Henry Winkler, supuso el enésimo intento por parte de Burt Reynolds de recuperar el estatus que disfrutó durante los años setenta y parte de los ochenta como actor de comedia y de acción. Aunque no lo lograra –Boogie Nights fue un espejismo puntual- Reynolds se embarcó en todo tipo de proyectos para intentarlo, fracasando uno tras otro.
Un policía y pico, extrañamente, responde a esa búsqueda. Una película familiar, con niño, toques de comedia, acción ligera y un guion que juega con la fórmula del niño teóricamente simpático –en este caso es insoportable- con el viejo gruñón, creando una relación conflictiva entre ellos a pesar de que están destinados, al final, a llevarse bien. Y así transcurre una obra insulsa, mal rodada, sin interés, en general francamente insufrible en su desarrollo narrativo que como cine de consumo familiar quizá llegue a cumplir las expectativas del espectador siempre y cuando estas sean muy bajas.
A favor: Nada, no hay por dónde cogerla.
En contra: Todo, es un bochorno.