El amor según Aranda
por Rodolfo SánchezTras rodar la que posiblemente sea su mejor película, Amantes, Vicente Aranda regresó a su autor de cabecera, al menos en cuanto a adaptaciones cinematográficas se refiere, Juan Marsé, para realizar El amante bilingüe, novela irregular de Marsé que dio como resultado una tan desequilibrada como irregular película.
Aranda plantea una obra de corte dramático pero llena de ironía, su mayor acierto, que desarrolla la caída tanto metal como física de un hombre que acaba invadido por sus propias fantasías y obsesiones. Con una carga erótica algo desfasada en estos momentos, pero llamativa entonces, Aranda no escatima en sordidez y sarcasmo, con notas políticas más que interesantes, mostrando una Barcelona irreal y algo estrambótica, pero en el fondo muy cercana y verosímil. Pero Aranda, que se mueve siempre bien en estos niveles, no acaba de cerrar la jugada, a pesar de la gran personalidad que desprende en su puesta en escena y en su mirada hacia una relación sentimental más allá de la cordura.
En favor: El trabajo visual de Aranda.
En contra: Que no termina de concretar muchas ideas que quedan varadas.