Críticas
0,5
Pésima
En el nombre del rey

El granjero heroico

por Covadonga G. Lahera

Pese a su reparto de rostros conocidos y, suponemos, las buenas intenciones del alemán Uwe Boll, que persiste en su empeño por dirigir un filme épico recordable, En el nombre del rey no logra apenas nada digno de mención. Hay algunos que etiquetan a Boll como el nuevo Ed Wood. Aquí se atreve con otra adaptación de videojuego, en este caso el célebre Dungeon Siege, que se convierte en la gran pantalla en una estrepitosa y fallida cinta que trata de emular o recoger algunas migajas del éxito cosechado por la trilogía de El señor de los anillos.

Situado en un supuesto contexto medieval, el relato versa alrededor de un humilde y afanado granjero y su familia cuya estabilidad se verá atacada tras la invasión de un ejército de Krugs (un cruce poco afortunado entre orcos y troles) capitaneado por el maligno hechicero Gallian, personaje fallido en cuanto a su construcción y credibilidad que acaba suscitando en realidad una especie de compasión hacia su intérprete, Ray Liotta. El resto de actores tratan de defender con corrección este cruce entre aventuras y acción, con duelos hinchados de efectos especiales que se integran con bastante deficiencia en un conjunto que, por si no fuera poco, resulta aburrido y previsible.

A favor: El boomerang del protagonista.

En contra: Su construcción de personajes y propuesta narrativa. La altisonante música que parece querer originar, con poco éxito, las emociones que la trama no sabe suscitar por sí misma.