Cine familia con animal de por medio
por Rodolfo SánchezDesde finales de los ochenta y durante los años noventa proliferó una especie de subgénero dentro del cine familiar –un cine para consumo sobre todo de los más pequeños pero que, en su sencillez de planteamiento, puede ser disfrutado por cualquiera- en el que el protagonista era un animal. El perro fue el favorito entre la amplia gama que, poco a poco, fue ampliándose hasta alcanzar a todas las especies posibles –tanto en imagen real como en animación-. Bingo fue una más de estas obras. Dirigida por Matthew Robbins, colaborador durante años de Steven Spielberg y de Georges Lucas, dirigió varias películas siendo esta la última y una de las más exitosas en taquilla. Bingo entrega al espectador todo lo que ofrece: aventura, comedia, diversión familiar, y todo estructurado bajo unos parámetros narrativos bien calculados y trabajados para que la historia avance convenientemente. Y así, la película avanza entre aventuras, buenas intenciones y loables sentimientos, con momentos dinámicos y divertidos. Bingo es lo que es, y quien busque algo más, sin duda alguna, no lo encontrará en esta película que se deja ver.
A favor: Que resulta sencilla de ver.
En contra: Su simplicidad.