Críticas
1,0
Muy mala
¡Mira quién habla ahora!

Casa de charlatanes

por Paula Arantzazu Ruiz

En el hogar formado por Kristie Alley y John Travolta se habla mucho. Quizá demasiado, aunque a los ejecutivos de Sony les debió parecer que mucho nunca es demasiado cuando se trata de una franquicia y una buena cantidad de dólares en taquilla. La tercera parte de la serie originada por el bebé parlanchín de ‘Mira quien habla' (1989) dota a las mascotas de la casa de la capacidad de habla. De un habla interior, casi monacal si no fuera porque, como es de esperar, sus conversaciones sobre lo que sucede en la familia son determinantes, decisivas con el futuro del núcleo familiar. En suma, dejar en manos de los perros las intricadas relaciones humanas es a todas luces un despropósito. Por si fuera poco, y como señalaba el crítico Roger Ebert en su reseña del filme, la película ofende ya desde su título: en tanto que ahora los que hablan son perros y no los bebés, es erróneo y chirriante titular ‘Mira quién habla ahora'. Lo correcto sería ‘Mira qué habla ahora'. Es obvio que a nadie le ha importado tener un poco de respeto, no sólo al espectador, sino al propio lenguaje.

A favor: En su día, ‘Mira quién habla' tenía su gracia.

En contra: Casi todo.