A finales de los 80, muchos niños húngaros soñaban con acudir al campamento de verano de Epipo, un lugar en el que vivían en un mundo de magia y juegos de rol, donde incluso tenían su propio lenguaje. Sin embargo, tras esos pasatiempos se escondían la humillación y los abusos. Ahora, convertidos en adultos, tratan de comprender por qué este ...