Oskar C.
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Indiana Jones y la última cruzada
Indiana Jones y la última cruzada
3,5
Publicada el 18 de marzo de 2014
Cuando me propuse revisar esta trilogía para su comentario en estas líneas, sabía de antemano que me iba a divertir. Pero además de diversión, recuperé el encanto perdido que me causó la última entrega, 'El reino de la calavera de cristal' (2008). Siempre he dicho desde que vi ésta, que las películas originales de Indiana Jones son tres. Que la última es una especie de reunión de amigos que tenían ganas de echarse unas risas a costa de un mito. Nunca perdonaré a Steven, o Harrison y mucho menos a Lucas que se permitieran jugar con los sentimientos más sinceros de un cinéfilo como el que suscribe. Vaya por delante mi pesar a las personas que piensan en la existencia de una tetralogía de Indy. Es falso, sólo existe una trilogía. Éste es su capítulo final. Lo demás son divagaciones de mentes enfermas que necesitaban inflar sus cuentas corrientes.

Las espadas estaban en alto en 1989 cuando se estrenó esta tercera entrega de las aventuras de Indy. La espectación era total, habían pasado cinco años desde la anterior secuela-precuela, todo está a favor de este capítulo. No defraudó a nadie. Lucas volvió a coger el testigo a la hora de escribir la historia, esta vez junto a Menno Meyjes ('El color púrpura', 'El imperio del sol'). Jeffrey Boam ('El chip prodigioso', 'Jóvenes ocultos') se encargó de escribir el guión de la excelente película que al final sería.

Sin duda el film tiene muchos golpes de efecto, pero si debemos quedarnos con algunos en particular, me inclino por estos dos: mostrar la adolescencia de Indiana e incorporar como personaje al doctor Henry Jones, padre de Indy. Son estos dos elementos los que hacen ampliar el universo icónico de una leyenda. Iniciar esta tercera película de la saga con un joven Indiana (River Phoenix) mostrando sus primeros intentos de recuperar objetos valiosos de la antigüedad, es sencillamente genial. Sabremos el porqué de su fobia a las serpientes, nos darán una explicación acerca de la cicatriz que luce Indiana en su mentón o descubriremos el origen del emblemático sombrero que lleva en todos los films.

Elegir a River Phoenix para interpretar a Indy de joven es un acierto de gran calado. Recoge muy bien los ademanes y gestos que luego veremos en el personaje. Pero es el gran Sean Connery el que ofrece un recital de saber estar, actuación con sobriedad e ingentes kilos de calidad. Fortalece la película subiendo un nivel más, se come la pantalla en cada aparición de su alter ego Henry Jones, aporta la dosis de humor que no esperas, formando una pareja de locos eruditos junto a Marcus Brody (D. Elliot). Contrapone su personalidad a la de Harrison Ford pero se complementan con una química muy pocas veces conseguida en el cine.

La trama retoma el argumento religioso que tan buenos resultados dio en la primera entrega. La mística del Santo Grial, al igual que su búsqueda, dotan a esta cruzada de aventureros de la magia que quizás faltaba en la anterior parte de la saga. No en detrimento de 'El templo maldito' sino que aquí esa chispa que tenía 'En busca del arca perdida' vuelve a brotar. Las aventuras con temas universales, como es el caso, engrandecen esta saga, la vuelven aún más épica. Es sin duda la más divertida en todo caso, pues sabe aunar humor y aventura con la misma presteza. Los gags son variados, de lo mejor de toda la serie. Llegando al cenit cuando el mismo Adolf Hitler se cruza con Indiana Jones.

La chica de turno, Elsa (Alison Doody) aporta el toque de exótico romanticismo muy a tono con la época que retrata el film (década de los 30), perfilando un personaje que encaja como un guante en el arquetipo de mujer fatal. Quizás el punto flaco del espectacular reparto sea el villano de la función, Donovan (Julian Glover), que no acaba de convencer como hiciera Belloq (Paul Freeman) en 'En busca del arca perdida'. La toma de contacto una vez más con Sallah (John Rhys-Meyer) es un guiño muy conseguido a los seguidores de la trilogía. Del mismo modo que las referencias que hacen del arca de la alianza.

Hablar de una película de Spielberg sin mencionar a John Williams es como decir que Paris Hilton es actriz, no se puede. En esta ocasión, el sabio Williams retoma elementos de anteriores entregas para rebautizarlos, unirlos a una nueva selección de pasajes que escuchados por separado, en ausencia de imágenes, evocan toda la sensación de aventura que uno espera. Los cortes de 'Escape from Venice' y 'Scherzo for a motorcycle and orchestra' son sencillamente sublimes. Obvia su nominación a Mejor Banda Sonora.

La película está un punto por encima de la anterior aventura cinematográfica pero no llega a la eterna e inigualable primera. De todos modos, sigue siendo a día de hoy una excelente muestra de cine de género, que combina con agilidad su propia mística con sorprendentes giros en la historia. En su momento se echó de menos un final tan cerrado como el que se refleja en el film, con los héroes cabalgando hacia el ocaso. Pero visto el estrepitoso resultado de la última película de marcianos y bombas atómicas, da la impresión que era el mejor de los finales: bello, directo y nostálgico.