BeniDolç Villaescusa
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Fences
Fences
3,5
Publicada el 30 de noviembre de 2022
Película USA de 2016, de una duración de 139 minutos, con una valoración de 6/10, cine verbal protagonizado y dirigido por Denzel Washington, asentado junto a Viola Davis.
Coronada obra teatral sobre las tablas de Broadway en 2010.
Aunque el autor August Wilson terminó el guion de la versión fílmica de su obra ya en 2005 (falleció en el mismo año), la película tardó unos años en llegar a la pantalla grande, porque Wilson había insistido en que el director fuera negro.
Convirtiendose ésta en la tercera película que dirigia Denzel Washington, con un presupuesto de 24 mill.
Fences es una obra de 1985 del dramaturgo estadounidense August Wilson Es la sexta en el " Ciclo de Pittsburgh " de diez partes de Wilson. Como todas las obras de teatro de "Pittsburgh".
La obra de 1985 ganó el premio Pulitzer de drama de 1987, y el premio Tony de 1987 a la mejor obra . Fences se desarrolló por primera vez en la Conferencia Nacional de Dramaturgos de 1983 del Eugene O'Neill Theatre Center y se estrenó en el Yale Repertory Theatre en 1985.

Fences explora la evolución de la experiencia afroamericana,  y examina las relaciones raciales  con sus traumas lastrados entre otros temas.
Es de esas películas, en que de primeras no invita a un visionado facil, pero que según transcurre terminas metidote hasta lo más profundo de las sensaciones. Ante una história que intenta envolvernos en el sensitivo interior del devenir de una familia afroamericana durante los años 50, narrandonos de donde viene, que son, y donde se encaminan. Es en su profundidad una crítica social ante los clichés racistas estadounidenses.

En su trabajo de realización rehusa alejarse de la puesta en escena teatral, pero ha tenido el valor de mantenerse muy apegado al texto consolidando en sus larguísimos soliloquios dejando que el espectador explore a los personajes hasta la médula.
Es una pena, por otra parte, que haya dejado escapar las referencias artísticas de Wilson, esas "tres b": el blues, Borges, Baraka y Bearden, el pintor. Si esos ecos resonaran en la concepción de la película, la harían más redonda. Y sobre todo, si en lugar de ser únicamente fiel al texto, hubiera asumido más riesgos y hubiera buscado transmitir más con lenguaje cinematográfico con una planificación de rodaje menos plana. Es decir, abandonando ese punto de vista de narrador-testigo que hace que se estanque en algunas ocasiones la fluidez narrativa.


No es una película fácil ni amable. En ella encontrarás diálogos elocuentes, grandes momentos dramáticos y abundantes reflexiones acerca de la integración étnica del pueblo afroamericano en los Estados Unidos (y no solo hay prejuicios de un lado sino de ambos). Es un tipo de cine que ya no se hace, que parece un poco obsoleto en su forma por su aridez formal, aunque su material de partida sea muy interesante y que ha tenido tanto calado por los dos actores que como colosos consiguen arrebatarnos la admiración desde la butaca.

A Denzel Washington le falta garra en la dirección de esta obra de teatro filmada, pero se deja la piel en una interpretación magistral junto a su compañera de reparto Viola Davis la cual incluso supera al laureado por momentos. Pero con una contra replica de secundarios, que queda un tanto extraña en su encaje para ser una película.

No obstante, lo más importante de Fences son… los fences, es decir la vallas, las cercas. Al comienzo, Troy nos hace saber que quiere construir una valla en su jardín, aunque no lo deja claro para qué. No parece que en su propiedad haga falta una valla, tampoco él se aplica demasiado a la tarea y como resultado, a lo largo de la película no avanza mucho. Poco a poco nos damos cuenta de que las vallas no se refieren a una construcción física (por eso el título no es en singular, sino en plural –fences  en vez de fence–), pero tienen una amplia gama de significados metafóricos. De hecho, el filme está lleno de metáforas representadas por las vallas y no sabía por dónde empezar el proceso de sacar las capas e interpretarlas. Comencé entonces por preguntarme: ¿para qué sirven las vallas en primer lugar? Para indicar un territorio, para hacer que la gente sepa lo que es nuestra propiedad, para proteger la privacidad e indirectamente pedir que los demás la respeten, para generar una sensación de pertenencia y seguridad, para tener control y mantener alejadas las cosas malas, para impedir el paso de las influencias indeseables, pero también para que alguien salga y abra los ojos o que algo escondido vea la luz, para limitar a otra(s) persona(s)… La película logra demostrar muy hábilmente cómo Troy utiliza todas estas aplicaciones de las vallas en la vida de su familia. Le observamos cómo permite que las barreras influyan su vida y cómo hace que las vallas se conviertan en las barreras que le impiden conectar con sus hijos y que le llevan a perder la relación afectuosa con su mujer.

La película va más allá de demostrar cómo estas metafóricas barreras funcionan y también revela sus efectos disfuncionales en la familia y las relaciones personales. Resulta, por ejemplo, que el pasado, cuidadosamente guardado por las vallas emocionales, sí puede destruir la cuidadosamente mantenida barrera con el presente y que no se puede tener una vida feliz escondiéndose detrás de unas vallas. Mucha materia para reflexionar.