Hay películas que rápidamente se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en Pixar, pero, por encima de todas ellas, está su franquicia por antonomasia, la primera de todas ellas, la inolvidable, querida y archifamosa Toy Story que tantos buenos momentos nos ha hecho pasar durante ya casi tres décadas y que este 2022 nos ha regalado su primer 'spin-off' en forma de largometraje. La primera producción del estudio de animación ahora propiedad de Disney vio la luz en 1995 y marcó a la generación más joven de entonces, pero, antes de reafirmar su éxito con una segunda entrega, Toy Story 2 en 1999, la compañía estrenaría una segunda producción animada que fue realmente aplaudida en su día pero que, hoy por hoy, a menudo se nos olvida.
Nos referimos a la simpática y pionera Bichos: una aventura en miniatura, la segunda producción de los famosos estudios y estrenada en 1998, justo tres años después del exitoso debut de Toy Story. Si su precedesora en su día se convirtió en el primer largometraje animado por computadora de la historia del cine, Bichos también fue precursora en algo más que en ser una de las primeras de Pixar, siendo capaz de llevar a un nuevo nivel las nuevas técnicas de animación, entonces revolucionarias, que caracterizaron al estudio aquellos años. Asimismo, su versión DVD también fue la primera transferencia realizada de forma totalmente digital, fotograma a fotograma.
Bichos no se ha ganado el hueco en nuestra memoria que merece, pero tu la importante misión de consolidar Pixar tras Toy Story, como predecesora de las también míticas franquicias que vendrían después: Monstruos S.A., Buscando a Nemo, Los increíbles, Cars y un largo etcétera.
Con un presupuesto de 120 millones de dólares y una recaudación de casi 360 millones, el éxito de Bichos: una aventura en miniatura en taquilla es innegable. Y también logró cautivar a la crítica, que especialmente de deshizo en elogios hacia la profundidad de sus personajes y su trama, levemente inspirada en Los siete samuráis de Akira Kurosawa. Sin embargo, a pesar de sus logros, acabría convirtiéndose en la película más olvidable del estudio y en una de las pocas, la única en aquella primera década tras Toy Story, que no dio lugar a una secuela.
Aunque a menudo olvidada, para los amantes de Pixar Bichos siempre seguirá siendo un disfrutable 'must' que nos dejó, además, una anécdota por la que, por desgracia, es más recordada que por su excelencia como cinta de animación: su 'feud' con la película de Dreamworks, Antz, estrenada prácticamente al mismo tiempo.
Durante la producción de Bichos, una disputa pública estallaría entre el Dreamworks de Jeffrey Katzenberg y el Pixar de Steve Jobs y John Lasseter, después de que los segundos pensasen que el primero había robado la idea de Lasseter tras su polémica marcha de Disney y la fundación de su propio nuevo estudio. El enfado monumental de los directivos de Pixar al descubrir que otro estudio estrenaría, prácticamente al mismo tiempo, una película animada con una hormiga como protagonista, alcanzaría sus cotas más altas cuando Katzenberg decidió adelantar el lanzamiento de Antz de la primavera de 1999 hasta octubre de 1998, un mes antes del estreno de Bichos.
A pesar de las negociaciones infructosas por evitar que los medios se hiciesen eco de la polémica y eso empañase ambos estrenos, las cintas acabaron compitiendo en salas con Bichos ganando en recaudación y valoración por parte de la audiencia y Antz obteniendo mayores elogios por parte de la crítica. Finalmente y por desgracia, ambas acabaron convirtiéndose en cintas de animación poco recordadas, aunque a menudo señaladas como pequeñas joyas oculta de la animación que ahora pueden disfrutarse en 'streaming' pero en plataformas diferentes. Por supuesto, Bichos forma parte del catálogo de Disney+, mientras que encontrarás Antz (Hormigaz) en Netflix.