Han pasado 28 años desde que se estrenó El Cuervo, una película que, desgraciadamente, no solo pasó a la historia del cine por lo buena que era, sino porque su protagonista, el prometedor actor Brandon Lee, falleció en pleno rodaje porque un arma que debería haber estado cargada con un cartucho de fogueo lo estaba con una bala de verdad. El suceso conmocionó al equipo, a la industria y al mundo y la película, que pudo completarse mediante efectos especiales debido a que, en el momento del trágico accidente, el intérprete ya había rodado la mayoría de sus escenas y apenas quedaban ocho días de rodaje.
La cinta fue un éxito y obtuvo una recaudación de más de 50 millones de dólares, al tiempo que fue objeto de especulaciones, rumores y leyendas negras que se extendieron durante años. Pero la única razón por la que su director Alex Proyas tomó la decisión de terminar El Cuervo fue enseñar al mundo el incréible trabajo que había desempeñado Lee. Y para ello contó con el incondicional apoyo de su madre y de su novia.
Proyas, sin embargo, no está de acuerdo con la producción de un 'reboot' de la película original y así lo ha dejado claro desde el principio, pero, a pesar de la controversia y de los diferentes problemas a los que se han enfrentado durante más de una década, el reinicio de la cinta de culto está a un paso de ser una realidad.
Dirigida por el director de Ghost in the Shell Rupert Sanders y protagonizada por Bill Skarsgård (It, Barbarian) en la piel del papel principal de Eric Draven que Brandon Lee interpretó en la original, el 'reboot' de El Cuervo ha conseguido completar su rodaje y en las últimas semanas ha entrado en fase de postproducción. Llegar a este punto, no obstante, no ha sido fácil y el proyecto ha estado en desarrollo durante casi 14 años.
No todas las piedras que el 'reboot' de El Cuervo ha encontrado en su camino tienen que ver con Proyas, pero el cineasta dejó claro en su cuenta de Facebook ya hace tiempo que la idea no le gustaba un pelo y que le parecía completamente equivocada.
"Quería que fuera la película de Brandon, porque lo era y porque no podría hacer más películas", explicaba sobre la decisión de haber terminado de rodar y estrenar El Cuervo tras el trágico accidente. "Brindó toda su pasión al cine y ha perdurado como su legado. Es una película de la que sé que habría estado orgulloso". Y así, según su postura, debería permanecer. No debería ser una película que existiera otra vez sin él.
'El Cuervo' no sería una película que valiera la pena "rehacer" si no fuera por Brandon Lee. Si no fuera por Brandon, es posible que nunca hubieras oído hablar de este pequeño y conmovedor cómic clandestino. Es la película de Brandon. Creo que es un caso especial en el que Hollywood debería dejar que siga siendo un testimonio del inmenso talento y el máximo sacrificio de un hombre, y no permitir que otros reescriban esa historia. Sé que se hicieron secuelas, series de televisión y lo que sea, pero la idea de "reiniciar" esta historia y el personaje original, un personaje al que Brandon dio vida a un precio demasiado alto, me parece incorrecto. Por favor, que siga siendo la película de Brandon
Tanto Proyas como una parte de los fans de Lee consideran que rehacer El Cuervo perjudica la memoria de Lee, puesto que película original es un homenaje al talento del difunto actor. Otros, sin embargo, señalan que el personaje no se originó con Lee, sino que es un personaje de cómic y que el 'reboot' es más una nueva adaptación de las historietas James de O'Barr que una nueva versión estricta de la película de culto.
Además, ya existen secuelas de la película original y Skarsgård no es ni mucho menos el primero en interpretar a Draven tras la muerte de Brandon Lee.
Con el 'reboot' en postproducción, aunque no haya fecha de estreno para la cinta, la película está más cerca de ser una realidad, pero le ha costado mucho trabajo llegar a ese punto. Y no por que Proyas mostrase su desacuerdo, sino porque la primera versión del proyecto en 2008 que conducía Stephen Norrington (Blade) finalmente fue abandonada y, hasta dar con Sanders, la cosa estuvo difícil para dar tanto con un nuevo director como con un nuevo protagonista, produciéndose varios fichajes y posteriores renuncias de forma consecutiva.
Finalmente, son Rupert Sanders y, especialmente Bill Skarsgård, quienes han asumido el desafío. Un reto difícil que podría estar detrás del gafe del proyecto, puesto que las comparaciones están aseguradas y su trabajo será objeto del máximo escrutinio imaginable. Una situación poco favorable como punto de partida.