No fue la primera vez ni la última que una serie de catastróficas desdichas acabó haciendo que un prometedor proyecto se convirtiese en un absoluto fracaso, pero sin duda eso es lo que pasó con la debidamente olvidada Yo soy la venganza. Un esperado 'thriller' de acción protagonizado por John Travolta en 2016 que en sus primeros pasos había sido un auténtico proyectazo que bien podría haberse convertido en una de las películas de un su año, pero que tristemente solo será recordado como uno de los peores títulos de la filmografía del carismático intérprete y por su catastrófica recaudación.
Recapitulando un poco, los orígenes de Yo soy la venganza se remontan al año 2012, como un prometedor filme que estaría dirigido por William Friedkin (El exorcista, Contra el imperio de la droga, Vivir y morir en Los Angeles) y protagonizado por el aclamado y oscarizado Nicolas Cage (Leaving Las Vegas). La cinta, centrada en la historia de un hombre normal y corriente que presencia el violente asesinato de su esposa a manos de dos desconocidos y que desde entonces solo busca venganza, resultaba atractiva tanto por su premisa como, principalmente, por los grandes nombres que se habían involucrado en ella, pero desafortunadamente no le fue nada fácil despegar.
No han salido a luz los detalles más concretos que acabaron produciendo los problemas, pero la realidad es que Yo soy la venganza fue objeto de una serie de problemas a nivel de producción que complicaron las fechas y acabaron forzando la salida inevitable tanto de Friedkin como de Cage, que ya no estarían disponibles para la película cuando finalmente pudo ponerse en marcha.
En su lugar, ya en 2015, el elegido para ponerse detrás de las cámaras fue Chuck Russell (El rey escorpión, Eraser, La máscara), mientras que el sustituto de Nicolas Cage en la piel del personaje protagonista fue John Travolta. No sabemos que hubiera pasado si la producción hubiera salido adelante con el primer equipo ni cuántos cambios experimentó la segunda versión del proyecto al respecto de la primera, pero lo que sí es un hecho constatado es que Yo soy la venganza es uno de esos fracasos estrepitosos de taquilla en los que parece mentira que una cinta protagonizada por una estrella de Hollywood de la talla de Travolta pueda tener tan poco tirón.
Expliquémoslo en números: Con un presupuesto de 18 millones de dólares, el 'thriller' de acción, que también contaba en sus filas con Chris Meloni, Sam Trammell y Amanda Schull, recaudó apenas 7.000 dólares en taquilla. Posteriormente, sumando las ganancias de visionado desde casa, la recaudación ascendería a 2,5 millones, pero aún muy lejos de la cifra invertida.
Además, la cinta no solo fue un fracaso en taquilla, sino que también fue odiada por la crítica, que le dedicó unas valoraciones realmente terribles. De hecho, en el portal de críticas Rotten Tomatoes, Yo soy la venganza tiene una valoración del 11% entre la crítica especializada y un también triste 32% por parte de la audiencia, que suele ser bastante más benévola. Un guion malo y una fórmula repetitiva llena de clichés fueron los principales reproches hacia la película. Un filme que podría haber funcionado pero del que ni sus propios actores nunca se sintieron orgullosos.