Corría el año 2015 cuando Netflix prácticamente acababa de llegar a nuestras vidas para revolucionar por completo la forma en que veíamos series y películas. Cuando llegó a España con Jessica Jones como su primer gran estreno, la plataforma de 'streaming' por antonomasia llevaba ya un par años despuntando en Estados Unidos de la mano de algunos primeros éxitos como House of Cards, Orange is the New Black y el puñado que llegaría después, pero entonces, aunque está claro que no podemos toserle a Daredevil, Narcos, Unbreakable Kimmy Schmidt o Master of None -por poner solo algunos ejemplos-, hay que reconocer que prácticamente todo lo que estrenaba la plataforma se convertía en objeto de interés por parte de los suscriptores.
Hace siete años las plataformas de 'streaming' no gobernaban el consumo audiovisual, pero tampoco se producía el locurón de contenido al que tenemos acceso a día de hoy, con decenas de títulos entrando en el catálogo semana tras semana.
Y en este escenario es en el que estrenó Netflix la que probablemente sea la peor película de su historia. Un largometraje original que ha quedado en el olvido, pero que en su día le brindó cifras de auténtico récord a la plataforma: The Ridiculous 6.
Dirigida por Frank Coraci y estrenada con gran expectación -y promoción- el 11 de diciembre de 2015, el factor clave de The Ridiculous 6 siempre fue su elenco, encabezado por el archifamoso Adam Sandler, que también era guionista, junto a otras caras conocidas como Terry Crews, Jorge Garcia, Taylor Lautner, Rob Schneider y Luke Wilson. Concebida como un largometraje que parodiaba el género 'western', Sandler encarnaba en ella a Tommy "White Knife", un hombre que ha crecido al amparo de una tribu de nativos americanos y cuyo encuentro con su padre desaparecido se convierte en el catalizador de toda una aventura en el Viejo Oeste con sus cinco hermanos.
La película original de Netflix se estrenó en un momento muy bueno para la plataforma de 'streaming', pero lo cierto es que antes que la compañía ya se habían interesado por ella tres productoras -Columbia Pictures, Paramount Pictures y Warner Bros.- que la habían acabado rechazando. Finalmente, fue la plataforma que estaba en auge la que se hizo cargo de la producción y, aunque a nivel de crítica la acogida fue absolutamente catastrófica, lo cierto es que le brindó cifras bastante buenas.
Apenas un mes después del estreno, cumplidas las cuatro semanas habituales en las que la compañía analiza datos, Netflix anunció que la película se había visto más veces en 30 días que cualquier otra película en su historia. Asímismo, también llegó al puesto número 1 en todos los territorios en los que operaba la plataforma. Entonces Netflix no hacía públicos sus datos, así que desafortunadamente no podemos compararlo con datos de visionado de otros de sus éxitos.
Mientras, la crítica no hacía concesiones, con The Ridiculous 6 anotando la puntuación mínima imaginable. La película tiene un 0% de críticas positivas en Rotten Tomatoes, frente a las del 35% de la audiencia, que suele ser m´ñas benévola. En definitiva, una cinta para el olvido que probablemente ya nunca te sugiera la plataforma de 'streaming' pero que sigue formando parte de su catálogo -por si alguien tiene curiosidad-.