Despedimos el año entre listas que recopilan las mejores series y películas de los últimos 12 meses, pero con un sinfín de proyectos en marcha o ya finalizados que prometen apasionarnos tanto en 2023 como algunas de los grandes títulos que nos han acompañado en 2022. De momento despediremos el año con la archiesperada secuela de Avatar: El sentido del agua y le daremos la bienvenida con la nueva de Damien Chazelle Babylon, pero entre los largometrajes más esperados del año que se aproxima hay mucha tela que cortar.
Creed, John Wick 4, Guardianes de la galaxia vol. 3, La sirenita, Fast X, Indiana Jones 5, Barbie, Oppenheimer. La lista es larga. Sin embargo, aunque aún sin fecha confirmada, uno de los pelotazos del año podría ser una película original de Netflix, cuyo estreno está esperado en 2023, llega a cargo de J.A. Bayona y resucita una de las historias reales de supervivencia más épicas que han tenido lugar en la historia de la humanidad.
Treinta años después de que Frank Marshall arrasase con la inolvidable ¡Viven! en 1993, el aclamado cineasta español estrenará La sociedad de la nieve, una sobrecogedora y empoderadora historia sobre el jovencísimo grupo de supervivientes de un accidente de avión que tuvo lugar en la Cordillera de los Andes en 1972 que se las apañó para mantenerse con vida durante 72 días en la nieve. En el avión accidentado, el avión 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, viajaban los jugadores de un equipo de fútbol de Uruguay y algunos de sus familiares y amigos. Muchos de los pasajeros tenían apenas 19-20 años.
La película de Marshall contó con el asesoramiento de uno de los supervivientes más conocidos, Fernando Parrado (interpretado por Ethan Hawke en la película), uno de los dos jóvenes que se aventuraron a tratar de salir a pie del lugar y cuya espectacular hazaña hizo posible el rescate. Sin embargo, a pesar de su buena acogida generalizada, fue muy criticada en su época por la falta de fidelidad a lo que ocurrió en realidad.
Eso no ocurrirá en la cinta de J.A. Bayona, quien ya dio muestras de su buena mano en la representación de una catástrofe con Lo Imposible, la aclamada y taquillera película sobre el tsunami de Indonesia en el año 2004 que protagonizó Naomi Watts. La propuesta de Bayona está basada en el libro La sociedad de la nieve de Pablo Vierci, publicado en 2009 y descrito como "el relato definitivo sobre la tragedia".
Treinta años después de ¡Viven! la industria cinematográfica ha cambiado por completo, de modo que podemos esperar una gran majestuosidad en la producción, algo con lo que Bayona se mueve como pez en el agua, y también una mayor receptividad por parte de los espectadores de conocer todas aquellas cuestiones que fueron tabú en los 90 y por las que la primera película pasó de puntillas.
La producción de la película comenzó en noviembre de 2021 y sobre ella conocimos algunos detalles en nuestra visita al nuevo centro de producción de Netflix, como que el rodaje ya está llegando a su fin tras haber rodado en exteriores de enero a mayo de 2022 en Sierra Nevada, principalmente, y también en Montevideo, lugar escogido para el rodaje del comienzo y del final de la película.
La escena del accidente de avión, sin embargo, se ha rodado desde el plató del centro de producción de la compañía, tras el gran reto que ha supuesto la recreación de todas las partes del vehículo accidentado y la posterior simulación del movimiento para el accidente. Asimismo, el equipo tuvo que paralizar la producción durante un tiempo, para que los actores recuperaran el peso perdido que necesitaban para dar vida a los protagonistas después de la tragedia. Así, La sociedad de la nieve también reflejará cómo la sociedad acogió el relato de los protagonistas del milagro tras su regreso de la que había sido su mejor pesadilla, el sensacionalismo de la época, y el pudor y los tabúes a los que hicieron frente. Algunos en el seno de sus propias familias.
Una historia para cuya puesta en marcha han sido necesarios 10 años y en la que Bayona aumenta aún más el listón a nivel de producción que en sus anteriores trabajos. ¿Estamos preparados para lo que se viene?