Cualquier película que se salga de lo habitual merece, como mínimo, una mención. Aunque luego no sea la pieza más perfecta ni una joya entre las producciones, pero hay que valorar el riesgo de sus creadores. Como, por ejemplo, Roland Emmerich, que convirtió el cine de catástrofes en cine de autor y cuyas películas siempre mantienen su personalidad propia.
Moonfall es la última película de Emmerich, la cual no fue muy bien acogida tras su llegada a los cines el 4 de febrero de 2022 -como tantas otras, todo sea dicho-, pero vive una segunda vida en el mundo del 'streaming' después de que haya sido añadida al catálogo de Amazon Prime Video.
La premisa no es demasiado compleja. Una fuerza extraña está haciendo que la luna abandone su órbita, dirigiéndose peligrosamente hacia la Tierra. Además de la terrible amenaza de una colisión que acabaría con la humanidad, el planeta está viviendo fenómenos extraños en el clima.
En el centro de la historia hay un trío de protagonistas peculiar: una ex astronauta y ejecutiva de la NASA (Halle Berry), otro ex astronauta desacreditado por haber alertado sobre la amenaza cuando nadie le creía (Patrick Wilson) y un teórico de la conspiración obsesivo (John Bradley). Tres personajes de los que Emmerich tira para hablar de los héroes anónimos y criticar a las instituciones.
Es una producción que no inventa nada y que, sin embargo, ofrece algún que otro punto interesante. Por ejemplo, esa propanga de multimillonarios que invierten auténticas salvajadas para ir al espacio. También la explicación que da el guion al desplazamiento de la luna y que plantea una serie de ideas de lo más entretenidas. Son varias ideas que pueden satisfacer a los fans del género de ciencia ficción y que sobresalen en una cinta con un aprobado raspado.
Para disfrutar de Moonfall, tienes que poner algo de tu parte. Como dice la opinión generalizada del público, tan pronto como te dejes llevar por la película sin preguntarle demasiado al argumento, empezarás a disfrutar del espectáculo de una cinta de ciencia ficción de desastres bastante digna.
Moonfall no fue tan bien acogida como se esperaba, pero eso no significa que haya dejado de ser un espectáculo de ciencia ficción muy entretenido y apto para pasar un buen rato. Emmerich sigue siendo el maestro de las catástrofes y aquí lo demuestra con algunas secuencias realmente espeluznante y fragmentos de desastres muy impactantes. Y eso, ¿no es justo lo que se espera ver cuando se escoge una película de tragedias?