Puede que darle el título de la película del año a Todo a la vez en todas partes genere debate, pero de lo que no hay duda es de que es la mejor de la ciencia ficción. Esta locura de Daniel Kwan y Daniel Scheinert empezó a tomar forma hace más de 10 años y con un presupuesto pequeño -en comparación con otras superproducciones de Hollywood- y una narración muy fina se ha hecho con la crítica y el público. Todos la adoran, en todas partes.
La sinopsis es muy sencilla: una mujer chino-estadounidense (Michelle Yeoh) regenta una lavandería mientras mantiene en pie a su familia. El Servicio Interno de Imppuestos de Estados Unidos le hace una auditoría y, entre trámite y trámite, descubre que puede viajar entre universos paralelos. De hecho, debe hacerlo si quiere salvarse de la destrucción.
Este resumen no aclara la genialidad que Kwan y Scheinert se han sacado de la manga. Es una cinta de ciencia ficción atípica, con una mujer en sus 60 años que es llamada a la acción y con un sinfín de situaciones inesperadas a cual más llamativa. Nada de lo que sucede en la cinta es previsible, empezando por ese universo donde en lugar de dedos hay salchichas y siguiendo con una maravillosa charla entre dos piedras. Es una cinta para abrazar el surrealismo y dejarse llevar por la corriente.
Por si no queda claro: Todo a la vez en todas partes es una de las producciones más originales de los últimos años y destaca por encima de cualquier 'blockbuster' del mismo estilo. El multiverso parece estar por todas partes últimamente, pero los directores de la cinta hacen que parezca que son ellos los que han inventado de qué va esto de los mundos paralelos.
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No siempre más es más: costó una cuarta parte de lo que suelen costar los 'blockbusters'
Todo esto tiene aún más mérito si tenemos en cuenta que se ha hecho con 25 millones de presupuesto, los cuales se quedan en nada en comparación con otros proyectos. Doctor Strange en el Multiverso de la locura contó con 200, por ejemplo, algo similar a la inversión de Spider-Man: No Way Home. Y no ha sido el único problema al que han tenido que hacer frente.
Los creadores, Dan Kwan y Daniel Scheinert, llevan desde 2010 dando forma a esta locura y han tenido que ver cómo numerosas producciones les adelantaban con ideas similares. Kwan señala en concreto Spider-Man: Un nuevo universo, la cinta de animación de 2018, y asegura que fue un poco "molesto" ver cómo el concepto era muy parecido. También tuvo que dejar de ver Rick y Morty porque con cada episodio pensaba "Ya han hecho todas las ideas que pensamos que eran originales".
Y una vez que pudieron ponerse manos a la obra tuvieron que hacer un verdadero encaje de bolillos para sacar adelante la producción. Hay escenas en la película que fueron rodadas con los actores en diferentes localizaciones. Hacia el final de la cinta, cuando Evelyn y Waymond tienen una charla en el coche, se dio un caso particularmente complejo. Ke Huy Quan estaba rodando en Los Angeles, mientras que Michelle Yeoh se encontraba en París. Jamie Lee Curtis, cuyo personaje interactúa en la secuencia, no estuvo presente en absoluto y tiraron de la ayuda del director para hacer su parte. Ay, la magia del cine...
Todo a la vez en todas partes es la enésima demostración de que la historia lo es todo. Da igual los efectos especiales, lo popular que sea la saga, lo conocido que sean los actores, el nivel de espectacularidad... Si la película cuenta un buen relato, es más que suficiente.
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