Grandes retos requieren grandes esfuerzos. James Cameron tenía la idea de revolucionar el cine con Avatar: El sentido del agua y, para acompañar sus ambiciosos planes tecnológicos, se hizo con un equipo dispuesto a pasar todo un año buceando para poder rodar escenas bajo el agua y que quedaran lo más creíbles posibles. Un desafío que viene a raíz del amor por el agua del director, pero que no todo el mundo estaría dispuesto a aceptar.
"Entrenamos como cuatro días a la semana durante meses y meses antes de poder grabar la primera escena bajo el agua. Solo para poder estar cómodos aguantando la respiración y estando a 9 metros bajo el agua", confiesa Jack Champion -Spider en la película- en una entrevista con SensaCine.
Sigourney Weaver, que regresa de entre los muertos para dar vida a Kiri, la hija biológica de su anterior personaje, también se lanzó al reto que James Cameron les proponía. "Todos ensayamos durante un año antes de hacer nada. Empezamos con un certificado para buceo y luego empezamos a trabajar con Kirk Krack, que enseña a los Navy SEALs, simplemente aguantando la respiración y mejorando nuestra capacidad. Llegué a los 6 minutos y medio de retención de respiración estática", cuenta la actriz a SensaCine.
James Cameron nos pidió hacer este desafío, pero también se aseguró de que pudiéramos hacerlo.
Suena tan divertido como desafiante, pero Sigourney Weaver no lo colocaría como el mayor reto al que ha tenido que hacer frente en la producción. "Muchas cosas fueron un desafío para mí porque siempre tenía que dejarme en la puerta del plató y traer a Kiri. Tenía ese trabajo todos los días, sin importar qué escena fuera y tenía que confiar en el trabajo que había puesto en ello antes de que empezáramos", asegura la actriz.
La actriz, que ya ha cumplido 73 años, tenía que interpretar a una adolescente, lo que significa que sus padres, Sam Worthington y Zoe Saldaña, son menores que ella en la vida real. Seguramente vivirían más de una situación peculiar en el proceso y esa preocupación no abandonó a la actriz, que fue muy consciente de que no es habitual que una mujer de 70 años dé vida a una chica de 15 años.
A veces [el desafío]eran las escenas con mis padres. Creo que estaba preocupada por que me aceptaran
Pero encaja. Kiri termina convirtiéndose en uno de los mejores películas de la franquicia. Su conexión con la naturaleza, cuyo origen es un misterio, plantea una de las tramas más interesantes de la cinta. "Lo que me gustó de ella es que recordé lo que era tener esa edad y tener conflictos con muchas cosas. Algunos días sentía que podía hacerlo todo, otros solo quería desaparecer. Ella está escrita así. Está todo eso y creo que fue fascinante interpretarla. Si ves toda la película, ella es un personaje muy amable y tiene una conexión muy fuerte con la naturaleza. Creo que es muy apropiado para la nueva Avatar", concluye la actriz.
Avatar: El sentido del agua se estrena en cines el 16 de diciembre.