Ha pasado una década desde que Antonio Banderas puso voz por última vez a uno de sus personajes más queridos, pero para el actor parece que fue ayer. "Como reecontrarse con un viejo amigo", cuenta el actor a SensaCine. El intérprete vuelve a dar vida al Gato con Botas en El Gato con Botas: El último deseo, que llega a las salas de cine el 21 de diciembre.
"La gente me habla de 11 o 12 años, pero en realidad, para mí, el Gato tiene 20 años", añade Banderas. Fue en enero de 2003 cuando el actor empezó a hacer las primeras sesiones del personaje, que debutó en Shrek 2, la secuela sobre el famoso y divertido ogro de DreamWorks Animation, y se convirtió rápidamente en uno de los favoritos de los fans. Cómo no querer a ese minino gamberro con acento andaluz que podía manipular a cualquiera poniendo una adorable cara.
En esta nueva aventura, el Gato muestra su parte más vulnerable: ha gastado todas sus vidas y solo le queda una. La muerte le acecha en forma de un temerario lobo, pero el protagonista tiene un plan: ir a la estrella que otorga un deseo y pedir más vidas. En esta aventura contará con la ayuda de Kitty Patitas Suaves y de un peculiar y cursi aliado: Perrito.
Así resume Banderas la premisa de la película:
Resultaba muy fácil ser un héroe si tienes nueve vidas
Como continúa: "Probablemente, muchos de nosotros hubiéramos sido grandes héroes porque no tiene mucha importancia perder una si te quedan ocho o siete o seis, pero el personaje se humaniza en el momento en el que le queda una y se vuelve mucho más vulnerable, más humano. Se plantea cuestiones que nos planteamos los seres humanos: nos vamos a morir. Dios mío. El miedo a la muerte, que lo va persiguiendo como un lobo en un bosque oscuro. A medida que uno va cumpliendo años, la muerte empieza a enseñar la patita. El personaje ha ganado en complejidad, en profundidad y eso ha sido muy bonito".
UNA HISTORIA CON UN TOQUE PERSONAL
Para el actor, la película tiene dos cosas que le emocionaron cuando leyó la historia por primera vez. Por un lado, habla de un tema que empezó a flotar en las cabezas de los niños con la crisis del coronavirus, pero también parece que el infarto que él sufrió en 2017 se ha colado en la historia.
"Salimos de una época de COVID, donde los niños han sido también víctimas, donde han tenido que vivir el confinamiento, donde veían la televisión, donde hacían preguntas muy profundas", afirma Banderas.
Como explica:
Otra, la situación mía personal que yo tuve hace cinco años. Creo que ellos, de alguna forma, no oficial, también la han usado. A veces, la vida te da sorpresas que, en principio son malas, pero que terminan siendo buenas
Para Banderas, El Gato con Botas: El último deseo da una lección importante al protagonista: valorar la vida que le queda. "Y eso, después del COVID, de todo lo que nos ha pasado por el mundo es un mensaje que yo creo que para los niños es interesante", señala.
Muestra de que para Banderas no ha pasado el tiempo con el Gato con Botas es que recuerda muy bien cómo creó la voz del personaje. El actor afirma que fue fácil porque le dieron mucho juego. "Querían que, naturalmente usara mi acento, porque es inevitable entre otras cosas, pero que hiciera una voz muy pequeñita. Entonces yo les propuse: 'Yo te hago lo que tú quieras, pero déjame que le meta una voz muy gorda, totalmente diferente al aspecto del personaje porque creo que ahí va a haber humor", cuenta.
Efectivamente, Banderas estaba en lo cierto. Después de ver las dos opciones y de unir la voz a la animación, se quedaron con la propuesta del actor. "Me llamaron inmediatamente", relata. "Dijeron: 'No. No. La voz grande produce más humor porque lo hace muy divertido, lo hace mucho más arrogante. No corresponde la voz al tamaño del personaje". El resto es ya historia.
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