Guillermo del Toro tiene una conexión especial con Pinocho. La madre del cineasta le regalaba un muñeco de madera cada par de años, apoyándole en su deseo de desarrollar una cinta del personaje. Los dos eran "mejores amigos" y los "raros" de la familia, se entendían a la perfección. Por eso es una terrible coincidencia que ella falleciera un día antes de que la película viera la luz en el Festival de Cine de Londres.
Mi mamá y yo éramos mejores amigos, ella y yo éramos los raros, me regalaba un pinocho de madera; ella sabía lo que quería hacer desde muy joven, desafortunadamente falleció antes de la premier en Londres, pero todavía la siento ahí
Ante esta confesión en el programa de Jimmy Fallon, el presentador solo pudo decirle que ella "seguramente estaría muy orgulloso" del trabajo, a lo que Del Toro repondió: "seguramente".
El director anunció la pérdida antes de presentar el largometraje en el certamen. "Sólo quiero decir que mi madre acaba de fallecer y esto fue muy especial para ella y para mí. Esta no es solo la primera vez que verán la película, es la primera vez que ella verá la película con nosotros. Gracias", dijo Del Toro, que añadió, "Vi la película cuando era niño y es una cinta que me unió a mi madre durante toda la vida. Me afectó porque Pinocho veía el mundo como yo lo veía".
La cinta, que puedes disfrutar ya en Netflix, ha obtenido grandes valoraciones. La crítica señala que es una adaptación visualmente impactante y consigue recuperar la oscuridad que estaba presente en el material original. "Me enfureció un poco que la gente le exigiera obediencia a Pinocho, así que quería hacer una película sobre la desobediencia como una virtud y decir que no debes cambiar para ser amado", explicaba Del Toro en la presentación.
Su buena acogida llama la atención especialmente porque también ha sido el año en el que Robert Zemeckis ha estrenado su particular visión del niño de madera. Pinocho, con Tom Hanks como protagonista, vio la luz tan solo unos meses antes, en septiembre, en la plataforma Disney+. Daba la sensación de que el público podría estar harto del clásico, pero la buena acogida de la adaptación de Guillermo Del Toro deja claro que hay sitio para los dos.