Las grandes producciones de Hollywood no suelen dejar cabos sueltos. Todo está medido milimétricamente para que nada retrase el plan y suponga gastos extra. Por lo que suponemos que si el equipo de Destino oculto decidió volver a rodar el final cuatro meses después de haber terminado es que tenían un problema muy gordo con el primer montaje.
Por suerte, Universal Pictures no estaba equivocada y terminó estrenando una historia romántica 'sci-fi' muy consistente y amena. Ese desenlace alternativo valió la pena y esta noche puedes ser testigo cuando la emitan en La Sexta a las 22.30h. Si llegas tarde, está disponible para ver en Netflix.
Resumimos rápidamente. Destino oculto se centra en David Norris (Matt Damon), un hombre ambicioso dedicado a progresar en su carrera política. Y no le va mal. Está a punto de conseguir un escaño en el Senado de Estados Unidos cuando conoce a Elise Sellas (Emily Blunt), una bailarina de la que queda prendado. Cuando los sentimientos de David hacia ella sean innegables, el político será testigo de la aparición de unos personajes misteriosos que intentarán alejarle de ella.
Es entonces cuando descubre que son agentes del Departamento de Ajuste, o lo que es lo mismo, unos hombres con poderes cuyo objetivo es hacer que David no se desvíe de su camino previsto. Su encuentro con Elise es un bache en su camino y deben encauzarle. El joven deberá elegir entre triunfar en su carrera o vivir con la chica con la que siempre ha soñado.
El final que no gustó a nadie por razones diferentes
La escena final que tiene lugar en el Top of the Rock de Rockefeller Plaza fue redefinida cuatro meses después de haber terminado el rodaje. El realizador, George Nolfi, prefirió cambiarlo para dejar que la gente dejase volar la imaginación y sacase sus propias conclusiones.
"En un principio iba a enseñar al director. El director iba a tener forma femenina también. Al final, mientras hacíamos la película, me di cuenta de lo importante que iba a ser para la gente poner sus propias creencias en el final y no descartar eso", asegura Nolfi en una entrevista con Film School Rejects.
No creo que la escena hubiese descartado las creencias de la gente, pero cuanto más podía insinuarlo y menos explícito podía ser sobre ello, no era necesario insinuarlo en el diálogo y tener a una persona presente. Simplemente tenía que no mostrar al presidente, así terminé por no elegir ese camino
Poco después se reveló que el director iba a ser interpretado por Shoreh Aghdashloo y, según recogió ella misma en sus memorias The Alley of Love and Yellow Jasmines, el director le contó que había sido idea de Universal cortar su escena. "Me encantó ese papel. Como actores, todos sabemos que estamos a merced de la mesa de edición, pero no tanto, nunca lo había experimentado", contó la actriz, "Todo iba muy bien hasta que recibí una llamada del director queriendo almorzar conmigo. Estaba al borde del llanto. Dijo que el estudio creía que no se podía desempeñar ese papel".
Dos versiones diferentes sobre una misma decisión. El propio Nolfi aseguró que una de las intenciones de la película era plantear preguntas y, por una cuestión u otra, lo ha conseguido.