El 9 de diciembre de 2005 se estrenó Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario, la adaptación de la primera novela de la saga de C.S. Lewis compuesta por siete volúmenes. Lo tenía todo para convertirse en una de las grandes franquicias -fantasía, muchos fans, una buena acogida…- y aún así nunca explotó todo su potencial. ¿Qué pasó para que Las crónicas de Narnia no se convirtieran en el nuevo Harry Potter?
Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el armario fue un auténtico éxito, llegando a cosechar 745 millones de dólares en todo el mundo. Tras esta película vinieron varias cintas del mismo universo. En 2008 se estrenó El príncipe Caspian y, dos años después, La travesía del Viajero del Alba. Estas dos últimas tuvieron un recibimiento más tibio -aún así, ambas por encima de los 400 millones- y sentenciaron el futuro de la franquicia. La bajada en taquilla puede ser uno de los factores por los que la saga no tuvo más recorrido, pero si miramos otros ejemplos de Disney, vemos que es un estudio que no se da por vencido fácilmente. El mejor ejemplo es Piratas del Caribe, que tiene cinco entregas y las últimas estaban muy lejos de los resultados de la primera.
Lo cierto es que había planes de hacer más. En 2011 los derechos pasaron a The Mark Gordon Company, quienes iban a adaptar la novela de 1953 La silla de plata. Contrataron al guionista -David Magee- y al director -Joe Johnston-, se prepararon para fichar a un nuevo reparto y darle un lavado de cara a la saga, pero nunca llegó a hacerse realidad. Y las razones no están nada claras. De repente, no se supo nada más del proyecto. Johnston pasó a dirigir El cascanueces y los cuatro reinos y Narnia sigue esperando su oportunidad. Quizás ahora que Netflix tiene los derechos viva un resurgimiento.
¿Por qué no llegó a funcionar?
La cinta de James McAvoy, Tilda Swinton y Liam Neeson tuvo una buena recepción, tanto por el público como por la crítica, pero la valoración fue bajando con cada nueva entrega. La travesía del Viajero del Alba obtuvo tan solo un 50/100 entre los medios especializados. El cambio de director -pasaron de Andrew Adamson a Michael Apted- influyó en el estilo de la cinta, pero el factor de que se desinflara fueron, en parte, los actores.
Lo bueno de una saga es acompañar al mismo grupo de actores en el camino, pero los de El león, la bruja y el armario crecieron demasiado desde 2003, haciendo imposible que continuaran protagonizando la franquicia de fantasía. Había pasado ya casi una década desde el comienzo y Georgie Henley, Anna Popplewell, William Moseley y Skandar Keynes habían cambiado notablemente.
'Sombra y Hueso': La temporada 2, cada vez más cercaOtra razón de que no fuera a más puede ser que llegaron tarde. En 2003 el cupo de fantasía parecía cubierto con Harry Potter, el final de El señor de los anillos y el comienzo de Piratas del Caribe. Es posible que el público quisiese otro tipo de historias y que una nueva saga del género se les hiciese cuesta arriba. Como decimos, la primera entrega cosechó buenos números pero es el mismo efecto que tuvo, por ejemplo, Divergente o El corredor del laberinto, que surgieron a raíz de Los juegos del hambre y no tuvieron la misma acogida. Había que cambiar de aires.
Una segunda vida en Netflix
En 2018 se anunció que Netflix habia adquirido los derechos de Las crónicas de Narnia. Es la primera vez que una compañía adquiere los derechos de los siete libros de una sentada, por lo que parece que los planes de la plataforma de ‘streaming’ son convertirse en la nueva casa para el universo de C.S. Lewis. La compañía tiene una estrategia muy ambiciosa, ya que no solo se encuentra desarrollando una serie, también expandirá el universo de Lewis a través de películas.
Se trata de un pequeño universo cinematográfico y seriéfilo que estará bajo la supervisión de Matthew Aldrich, co-guionista de Coco. Él será el encargado de que todo quede cohesionado y, quién sabe, quizás se convierta en la gran franquicia que pudo haber sido.
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