El verano que vivimos, la película dirigida por Carlos Sedes y protagonizada por Blanca Suárez, Javier Rey y Pablo Molinero que llegó a las salas de cine españolas a finales de 2020 entre las inolvidables restricciones sanitarias de aquel año es una historia de amor, pero mucho más que un relato ficticio. La cinta narra el triángulo amoroso entre Lucía (Suárez), su prometido Hernán (Molinero) y Gonzalo (Rey), el arquitecto y amigo de este último. Pero, ¿sabías que el largometraje está inspirado en una historia real?
La película, ahora disponible para los suscriptores en el catálogo de Amazon Prime Video, comienza con el personaje de Isabel, una joven estudiante de periodismo que empieza a trabajar en un periódico de una pequeña localidad gallega. Allí descubre que, siempre el mismo día y siempre dirigidas a una mujer llamada Lucía, llegan al diario unas esquelas que parecen cartas de amor. Investigando descubre lo que ocurrió entre la misteriosa mujer, Hernán y Gonzalo en el verano de 1958 en Jerez de la Frontera. Es, precisamente ese punto de arranque, las misteriosas esquelas que descubre Isabel, en lo que se inspiró El verano que vivimos.
Durante más de 20 años y cada 21 de marzo, José Luis Casaus enviaba a El País una esquela. Estas estaban dirigidas a su mujer Elena Lupiañez Salanova, quien había fallecido en 1994 de un cáncer de pulmón. En ellas, Casaus contaba a "Elenita" cómo le iba la vida y la de sus hijos. En 2019, como publicó Verne, decidió dejar de hacerlo.
"Mira que me lo había advertido Alfredo Zitarrosa en una milonga… 'Puedo enseñarte a volar pero no seguirte el vuelo'. Ya me está pasando. Hace un tiempo que tus hijos Boris y Yuri baten alas y no gana para 'tupperwares", se puede leer en una de ellas. "Elenita: El viaje que no hicimos a Alejandría te incapacita para verter al sánscrito primero y a tu idioma después el bastardo esperanto que tus mileuristas hijos, Boris y Yuri, se gastan por el móvil. tqremos bsts", escribía Casaus en otra.
"Nos quedamos con el concepto nada más. No hay nada que haga un seguimiento real de esa historia. Ni muchos menos. Incluso, por respeto. Ni lo quise conocer, a la persona", nos contaba Sedes en nuestra entrevista con motivo del estreno de la película sobre el origen de la historia de El verano que vivimos. "Nos gustaba mucho el concepto. El hecho de que algo tan triste como puede ser el recordatorio de una esquela o de un fallecimiento, pues este hombre, que la sigue publicando, lo convirtió en una declaración bellísima de amor. Una poesía".
De esta forma, la película de Suárez tan solo utiliza la historia de Casaus y sus esquelas para iniciar la narración, desde el presente y hacia el pasado, de la relación entre Lucía y Gonzalo. El resto de lo que cuenta el filme no está basado en hechos reales.
El verano que vivimos cuenta también en su reparto con María Pedraza, Guiomar Puerta y Carlos Cuevas. Sobre estas líneas, no te pierdas nuestra entrevista con el reparto y director de la película, que puedes encontrar en el catálogo de Prime Video.