No es la primera vez que el famoso 'influencer' y 'youtuber' Logan Paul se ve inmerso en una sonada polémica, pero en esta ocasión parece que también tendrá que dar explicaciones ante los tribunales tras haber sido objeto de una demanda colectiva por promocionar una estafa a través de sus redes. Acusado de forma pública en primer lugar por el también 'youtuber' Coffeezilla de haber promocionado un juego llamado CryptoZoo que finalmente resultó ser una estafa, Logan Paul había negado previamente las acusaciones, pero posteriormente asumió su error.
No obstante, las disculpas del 'youtuber' a sus nada menos que 23,5 millones de suscriptores en todo el mundo no han sido suficiente para los afectados, que varias semanas después de que el escándalo explotase, le exigen rendir cuentas ante la justicia estadounidense.
De hecho, un grupo de afectados de la estafa ya ha presentado una demanda colectiva en Texas en contra de Logan Paul y también de sus socios Danielle Strobel, Jeff Levin, Ebbie Ibanez, Jake Greenbaum y Ophir Bentov, a quienes se acusa de fraude y violación de la ley en materia de prácticas comerciales engañosas, entre otras cosas, a través del juego CryptoZoo que nunca llegó a ver la luz.
Qué es Cryptozoo y por qué Logan Paul tiene responsabilidad en la estafa
Pero ¿Qué es Cryptozoo? Lanzado en 2021, el proyecto CryptoZoo se vio impulsado en plena tendencia al alza del mercado de criptomonedas y NFT y se definía como una plataforma online que permitiría a sus usuarios comprar, vender y coleccionar animales exóticos virtuales en NFT, criarlos para obtener especies híbridas raras en NFT y, en última instancia, generar mucho dinero para su dueño.
Antes de su puesta en marcha definitiva, Cryptozoo dio sus primeros pasos mediante la venta de huevos de animales exóticos en NFT, un negocio que se tradujo en casi 2,5 millones de dólares de beneficios para los fundadores. Además, los jugadores podían comprar "Zoo Coins", una moneda dedicada a la plataforma que rápidamente se valoró en 2000 millones de dólares por pura especulación.
Sin embargo, unos meses más tarde, se supo que el proyecto que nunca vería la luz. Los fundadores del proyecto se quedaron con el dinero invertido por los usuarios y nunca entregaron los productos o servicios prometidos, al tiempo que los trabajadores que habían contratado para la elaboración del proyecto nunca cobraron por sus servicios.
Antes de disculparse públicamente, Logan Paul echó la culpa a un desarrollador que habría "huido a Suiza con el código fuente" y, aunque ahora asume su error, los demandantes quieren que asuma también su responsabilidad, puesto que muchos de ellos se metieron en este proyecto animados por su recomendación: "(Los) demandados promovieron los productos de CryptoZoo utilizando los canales de redes sociales del Sr. Paul para consumidores que no estaban familiarizados con los productos de moneda digital, lo que resultó en que decenas de miles de personas compraran dichos productos", declara el tribunal del Distrito Oeste de EE. UU. de Texas.
Ahora, Logan Paul tendrá que aclarar su participación en la estafa y relación con los estafadores ante los tribunales.