Sacar adelante Rambo IV fue un proceso largo y complicado y buena prueba de ello es que la secuela de Rambo III y cuarta entrega de la famosa saga de acción tardó un buen puñado de años en ser una realidad pese a que el estudio quiso producirla mucho antes. Bajo el título John Rambo y dirigida y protagonizada por el propio Sylvester Stallone en la piel de uno de sus personajes más icónicos, el largometraje se estrenó en el año 2008, 20 años después de la tercera y, una década más tarde, disfrutaríamos también de una quinta entrega, Rambo: Last Blood, en el año 2019.
Tras el éxito de las tres primeras películas de la saga, los derechos de la franquicia fueron adquiridos a finales de los años 90, en 1997, por Miramax Films, que tuvo la intención de producir una cuarta película desde el principio. Sin embargo, en aquel momento Stallone no estaba nada motivado para meterse de nuevo en el personaje y los derechos irían a parar un tiempo después a Nu Image y Millennium Films, que sí sacaron adelante el proyecto. La razón por la que tardaron tanto en conseguirlo fue, principalmente que el propio actor, quien acabaría desarrollando el guion y dirigiendo la cuarta película, no estaba nada convencido de la historia.
De hecho, antes de dar luz verde a lo que finalmente sería Rambo IV se barajaron varias ideas que el aquel momento no encajaron pero que no se tiraron a la basura. Es más, curiosamente, ambas se acabaron reciclando en el futuro: una de ellas serviría como base de Rambo V y la otra, ideada y descartada por el propio Stallone se acabaría convirtiendo en una película de acción protagonizada por Jason Statham. El Protector (Homefront), una cinta estrenada en el año 2013, dirigida por Gary Fleder y con guion de Sylvester Stallone.
Cómo un guion para Rambo IV acabó convirtiéndose en una película que nada tiene que ver con el personaje es sin duda una historia interesante y nunca ha sido un secreto que se trataba de un viejo proyecto de Stallone. Una idea para Rambo IV que había escrito a mediados de los años 2000, pero que nunca fue realizada y que quedó abandonada sin más hasta que él mismo se dio cuenta de que tenía potencial para convertirse en una película independiente a la franquicia.
Adaptación de la novela homónima de Chuck Logan, Homefront planteaba un nuevo episodio en la historia de Rambo en la que el héroe era padre de una niña y se revelaba que ahora era un agente de la DEA retirado. Padre e hija se mudaban a una pequeña localidad en Louisiana donde rápidamente llamaría la atención de los traficantes de droga de la zona, que, tras descubrir su pasado, harían tanto de él como de su hija su target principal.
El problema de aquella historia no era el guion en cuestión, sino el hecho de que la trama no terminaba de encajar con el icónico personaje, a quien no terminaban de ver a John Rambo como un agente de la DEA retirado y una hija pequeña. Sencillamente la historia no le pertenecía y la amenaza a la que hacía frente se antojaba pequeña para un personaje que venía de la locura de Rambo II y Rambo III.
Según parece, el propio Stallone fue el primero en darse cuenta de que la historia no funcionaba, así que dejó su guion en un simple borrador del que, cosas de la vida, volvería a acordarse tras trabajar con Jason Statham en Los Mercenarios. El actor recuperó el guion, lo reconfiguró eliminando a John Rambo de la ecuación y lo convirtió en una nueva película para la estrella de acción sin cambiar demasiado la historia.
El resultado de su acto de reciclaje se convirtió en una realidad en 2013 con el estreno de El protector, que no es el mejor trabajo de Statham, pero sí una cinta con una acogida y recaudación aceptables que pudo reunir a algunas grandes como Frank Grillo y Winona Ryder, entre otros.
