El éxito de Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra provocó que el productor Jerry Bruckheimer se embarcara en otro arriesgado proyecto. Había recaudado 654 millones de dólares en la taquilla mundial, por lo que se vio con ánimos para adaptar el videojuego Prince of Persia que vio la luz en 1989. Su creador, Jordan Mechner, le dio su bendición pero los resultados no fueron los esperados.
La adaptación se tituló en España Prince of Persia: las arenas del tiempo y no tuvo mal recibimiento. La crítica la trató bastante bien y en taquilla consiguió superar su presupuesto, pero no fue suficiente para comenzar la saga a la que estaba destinada. El estudio decidió cancelar los planes de la secuela y despedirse del héroe.
Protagonizada por Jake Gyllenhaal y dirigida por Mike Newell (Harry Potter y el cáliz de fuego), la historia se centra en el príncipe Dastan, quien se une de mala gana a la princesa Tamina para enfrentarse a las fuerzas oscuras que amenazan un objeto muy valioso. Tienen que resguardar el poder de una daga capaz de liberar las arenas del tiempo, un regalo de los dioses que otorga a quien la posee la habilidad de gobernar el mundo a su antojo.
Teniendo su origen en una serie de videojuegos formada por una decena de entregas, la película tenía mucho potencial para convertirse en una de las franquicias más rentables del estudio, al más puro estilo Piratas del Caribe. De hecho, eso era lo que quería Disney, que ya había programado una secuela para continuar la aventura. Sin embargo, esperaban que obtuviese mejores resultados en taquilla y decidieron cambiar de planes.
Aunque obtuvo críticas de todo tipo, muchas valoraciones elogiaron las escenas de acción y el toque de humor de la cinta. En general, la prensa la señaló como una mejora respecto a los videojuegos. En taquilla recaudó más de 336 millones de dólares frente a un presupuesto de entre 150 y 200 millones, lo que la convirtió en la adaptación cinematográfica de videojuegos más taquillera hasta la fecha -luego sería superada por Warcraft en 2016-.
Y, mientras son buenos datos para una película en solitario, quizás no fuese suficiente para sostener toda una saga. El guerrero de Gyllenhaal no había despertado el interés esperado.
Disney
"No estuvo bien para mí"
Años después, el protagonista, Jake Gyllenhaal, se mostró bastante crítico con la película. En una entrevista con Yahoo! el actor aseguró que aprendió después de trabajar en la película. En concreto, a saber qué papeles no elegir.
Creo que he aprendido mucho desde que hice aquella película, en el sentido de que ahora invierto mucho tiempo intentando ser más precavido con los papeles que escojo y por qué los estoy escogiendo
Gyllenhaal llegó a decir que el papel era uno de los mayores errores de su carrera profesional: "Estamos obligados a cometer errores y decir: 'Eso no fue lo correcto para mí' o 'Eso no encajó del todo bien. Después entonces, he tenido varios papeles como ese. Y todavía me quedan muchos más por hacer".
