No ha terminado ni su primera temporada la completo, pero en los ocho episodios que The Last of Us lleva a sus espaldas ha logrado ponernos la piel de gallina en varias ocasiones. Desde las primeras escenas ambientadas en la primera noche del brote de Cordyceps con Joel (Pedro Pascal) perdiendo trágicamente a su hija Sarah, hasta la muerte de Tess (Anna Torv), la historia de Bill y Frank, Kansas City y por supuesto, el recién estrenado octavo episodio. Un capítulo que, sin duda, nos ha hecho pasar miedo de verdad.
No sabemos qué aspecto tendría el mundo en el apocalipsis, pero la representación que hace The Last of Us de un planeta que lleva 20 años sobreviviendo a su propia caída no deja de lado ninguna posible reflexión: las restricciones y los abusos de poder, los bandos y alianzas, el miedo, la traición, el hambre, la cobertura de las necesidades básicas.
A lo largo de los ocho episodios ya emitidos de la serie y de la mano de la historia de Ellie y Joel hemos podido conocer distintos tipos de supervivencia. Algunas -como la de Bill y Frank, la pareja de ancianos del bosque o la desconectada comunidad en la que ahora vive Tommy- más idílicas, y otras -como la zona de cuarentena de Boston o la escalofriante Kansas- mucho más hostiles. Pero si una de ellas ha conseguido removernos cosas por dentro, esa es sin duda la sectaria comunidad que nos presentaba 'En nuestras horas más bajas' (1x08).
Una comunidad asolada por el frío y por el miedo y completamente adoctrinada por un líder, David (Scott Shepherd), que se ha autoproclamado pastor y que, a priori, resulta completamente inofensivo. Quienes ya han visto el episodio saben que nada de eso. Tras revelarse que su fuente principal de alimento pasaba, engañando a los suyos, por asesinar a gente y recurrir al canibalismo, el líder de la comunidad que nos presentaba la serie en el penúltimo episodio de su primera temporada también resultaba ser un agresor sexual.
Con 'En nuestras horas más bajas' (1x08) The Last of Us ha conseguido volver a ponernos los pelos de punta, pero, además, parece que lo ha clavado a la hora de reflejar la realidad de una secta. Así lo han asegurado algunos usuarios de Reddit a través de sus interesantes testimonios como ex integrantes de "grupos de alto control", como así los llaman ellos, que se se han sentido profundamente identificados con el retrato hecho por la serie de HBO.
"Mi esposa, mis dos hijos y yo dejamos un grupo de alto control en 2016. El resto de nuestra familia nos ha evitado hasta el día de hoy", comienza el relato de uno de ellos en el que asegura que ya quedó prendado en su día con el videojuego. "Mi hija adulta y yo hemos estado viendo cada episodio. Anoche se volvió hacia mí y me dijo: '¡David está hablando como los líderes de nuestra religión!'. La secta controlaba nuestros comportamientos, información, pensamientos y emociones".
"Nos animaron a pensar solo lo que ellos querían que pensáramos. No debíamos afligir a los miembros que se habían ido o habían muerto", continúa explicando el espectador en referencia al comportamiento que David mantiene en la serie.
La interpretación de David fue acertada. Solo él tiene las respuestas, solo él puede salvarles. Solo a ciertos se les puede permitir saber lo que está pasando. Creo que es el mejor rol que ha existido para explicar cómo trabajan y actúan los líderes de una secta
No es el único que lo piensa y, de hecho, entre los comentarios de apoyo de pueden encontrar algunos testimonios más: "De un superviviente de una secta a otro agradezco que tengas el coraje de hacer esta publicación", le comenta otro usuario de Reddit, "Desde la forma en que interactuó con su círculo cercano, con los demás en su grupo, cómo trató de manipular y bombardear a Ellie para que se uniera a él, y cómo reaccionó ante la negativa absoluta de Ellie, David fue retratado con un inquietante nivel de autenticidad. Hubo momentos que me pusieron los pelos de punta porque me recordaron mis propias experiencias con el grupo en el que estaba. [...] Desearía haber sido tan resistente como lo fue Ellie en esos momentos".
Una nueva prueba de que el equipo liderado por Craig Mazin y Neil Druckmann en la serie de HBO ha realizado un increíble trabajo de documentación y análisis para la representación de cada detalle y que también ayuda a la representación honesta de determinadas realidades que a menudo se mantienen ocultas o resultan temas tabú.