Ahora tiene 64 años, pero a Linda Blair siempre la recordaremos por el aspecto que tenía cuando tenía tan solo 13 años, cuando interpretó a la inolvidable Regan MacNeil en El Exorcista. Este año se cumple medio siglo del estreno de la famosa película de terror dirigida por William Friedkin en 1973, pero el filme sigue siendo considerado uno de los mejores de la historia y un auténtico icono del género.
Sin embargo, cuando El Exorcista vio la luz hace ahora 50 años fue objeto de polémica y se convirtió en objeto de conversación en todo el mundo. Absolutamente inesperada para la época, la película aterrorizó a los espectadores de tal forma que se vivieron todo tipo de disparatadas (o no) situaciones en las salas de cine e incluso se produjeron disturbios que requirieron de la intervención policial, pero también levantó ampollas en el entorno de la familia católica.
El enorme impacto de El Exorcista afectó especialmente a su joven protagonista, Linda Blair, una adolescente que había sido seleccionada entre más de 600 candidatas para meterse en la piel de la niña poseída por el demonio en torno a la cual giraba la trama principal de la película.
La actriz apenas había interpretado un par de pequeñísimos papeles antes de ser elegida como Regan y, aunque pudo seguir trabajando, nunca pudo desvincularse de la película de Friedkin. Por su trabajo fue nominada al Oscar y ganó el Globo de Oro, pero Blair ha confesado en el pasado que la notoriedad, para bien y para mal, que adquirió la película se acabó convirtiendo en una pesadilla.
Cuando El Exorcista se estrenó Linda Blair tenía solo 14 años y no entendía qué impacto podía tener la película en la realidad. Según contó ella misma en una entrevista con Dread Central, la prensa buscaba en ella respuestas que no tenía sobre el Catolicismo y el diablo y todo aquello la presionó demasiado: “No era nada para lo que estuviese preparada. Para mí era solo un personaje hecho de efectos especiales y no era un símbolo de nada”. Pero la situación lejos de mejorar, fue empeorando cada vez más, llegando a ser acusada de glorificar al diablo y también de lo contrario por los grupos opuestos. Era solo una niña, pero recibió tantas amenazas de muerte que tuvo que tener protección policial en su propia casa.
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Además de todo aquello, una lesión en su columna vertebral mientras rodaba una de las escenas más míticas de la película derivó en una terrible escoliosis y dolores de espalda constante que marcaron su vida durante muchísimos años.
Tuve muchas dificultades para vivir con las secuelas de 'El exorcista'
"La lesión en la espalda fue mucho más grave de lo que jamás imaginé y realmente afectó negativamente mi salud durante mucho tiempo", contaría Blair un tiempo después.
No obstante, Blair volvió a meterse en el papel para una segunda película, El Exorcista II: El hereje, estrenada en 1977. Al mismo tiempo, no dejaban de surgirle otras oportunidades profesionales, aunque muchas de ellas dedicadas a explotar su fama. Aún así, sí logró trabajar con algunas grandes estrellas de Hollywood de la época, como Martin Sheen, Anthony Hopkins o Elizabeth Taylor.
Instagram / Linda Blair
A finales de los 70, además, Linda Blair experimentó problemas con las drogas y la justicia, llegando a ser arrestada por consumo y tráfico de cocaína, y, además, encadenó una racha profesional de fracasos y Razzies que bajaron mucho su caché. A partir del declive, Linda Blair estaría más vinculada a pequeños proyectos, películas de bajo presupuestos, cameos y participaciones en series de televisión, trabajo que ha llevado a cabo hasta día de hoy. Al mismo tiempo, Blair defiende los derechos de los animales desde su fundación Linda Blair WorldHeart Foundation y tiene su propia marca de ropa.
Obviamente, 50 años después su aspecto ha cambiado por completo, pero Blair sigue teniendo muy presente su pasado como la inolvidable niña de El Exorcista.
